Los agricultores de la localidad vallisoletana de Siete Iglesias de Trabancos contratarán a parados del pueblo para que patrullen los caminos rurales de la zona por la noche y vigilen sus parcelas con el objetivo de evitar la oleada de robos de gasóleo y cable de cobre que padece la zona sur.

Así lo ha anunciado este martes el presidente de UCCL en Valladolid, Ignacio Arias, quien, tras aclarar que no se trata de una oferta de empleo para todos los desempleados, ha reconocido la necesidad de contratar a personal para que se haga cargo de las patrullas ante la imposibilidad de los agricultores de este pueblo de llevar a cabo todas las labores de vigilancia del campo que han establecido.

"No somos muchos y no vamos a durar mucho", ha admitido Arias, que ha anunciado que, aunque los agricultores de Siete Iglesias de Trabancos se harán cargo inicialmente de los honorarios de los contratados, van a pedir apoyo económico a las administraciones ya que no consideran lógico que los productores del campo se tengan que hacer cargo también de la vigilancia de los pueblos ante la falta de "medios materiales y humanos" de la Guardia Civil.

Esta es una de las medidas que han adoptado los agricultores de Siete Iglesias de Trabancos, Castronuño y Alaejos que han optado por organizarse en patrullas ciudadanas ante la oleada de robos y de "vandalismo" que sufre la zona sur de la provincia de Valladolid y ante la "total y absoluta indefensión" por parte del subdelegado del Gobierno, José Antonio Martínez Bermejo, al que han acusado de no haber dado respuesta a las sucesivas peticiones de reuniones con el sector lo que evidencia "su poco interés" por el tema rural".

Tras reconocer que los robos en las explotaciones agroganaderas se han producido siempre, Arias ha advertido de que en los últimos meses se han intensificado "de una manera clarísima" y "muy, muy seria" con sustracción de material "casi a diario". "Estamos casi obligados a defender lo nuestro porque nadie lo hace con lo que supone de riesgo", ha admitido el presidente de la Junta Agropecuaria Local de Siete Iglesias, Joaquín Alonso, al que ha secundado Arias que ha puesto como ejemplo un robo en su propiedad de 2.700 litros de gasóleo en una tierra de remolacha.

Ignacio Arias ha aclarado también que el objetivo de estas patrullas, que no irán armadas y sólo portarán "linterna, prismáticos y móvil", no es enfrentarse, ni detener ni perseguir a nadie sino "sólo" avisar a la Guardia Civil de la presencia de vehículos sospechosos con una relación de matrículas.

Red de video-VIGILANCIA

Estas localidades estudian también la posibilidad de crear una red de video-vigilancia para conocer "quién nos roba, quién pasa y a qué hora" aunque Arias ha precisado que están pendientes de conocer el coste de esta opción.

También exigirán máxima coordinación entre los medios de la Consejería de Medio Ambiente, "más y mejores", y de la Guardia Civil para aprovechar todas las dotaciones y proteger mejor el medio rural si bien Arias ha abogado por una mejor dotación de la Guardia Civil rural por ser "la única que puede hacer la labor".

Finalmente, han puesto en duda la "justicia de las leyes" ya que a pesar de que se logra detener a algunos de los ladrones no se les retira de la calle.

Para hacer frente a esta oleada de robos, los agricultores se plantean también pedir el gasóleo necesario para cada riego, lo que encareceré el coste, según han augurado, o llevarse los motores tras cada riego "para evitar sorpresas desagradables".