El presidente de la Cámara de Comercio de Murcia, Pedro García Balibrea, ha confiado en que el Gobierno central "habilite la nueva Ley de cámaras de comercio antes del verano" y cambie la actual normativa, que establece entre otras cosas, la supresión del pago de cuotas obligatorio a las instituciones camerales.

García Balibrea recuerda que este martes hubo un Comité ejecutivo y pleno del consejo de cámaras de comercio en Madrid, y parece ser que hay negociaciones de forma "bastante intensa" con el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, y "hay posibilidades de que antes de junio esté la nueva Ley".

En declaraciones a Europa Press, García Balibrea lamenta que la anterior Ley fue una decisión "muy apresurada" que tomó el anterior presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pero explica que el nuevo Ejecutivo "está preocupado y sabe que es preciso una nueva Ley".

García Balibrea ha señalado que este año sólo están obligadas a pagar la cuota las empresas que facturen más de diez millones de euros, y el año que viene nadie tendrá la obligación de pagar. Por ello, confía en que el Gobierno central "habilite la nueva Ley antes del verano para que las cámaras se adapten y se evite ese impacto".

Para financiarse, García Balibrea considera que las cámaras de comercio deben prestar servicios, cobrando algunos que antes no se abonaban, como por ejemplo los certificados de origen, que antes se expedían a un precio simbólico y ahora "ha habido que cobrarlos más caros", según ha informado en declaraciones a Europa Press.

En otros sitios, por ejemplo, García Balibrea expone que es la propia administración pública la que detrae de los ingresos que hacen las propias empresas y se destina a las cámaras que cumple, por ejemplo, la función del censo de las empresas y hacen funciones de interés general para la economía del país.

El propósito es lograr una normativa "semejante a las que hay en Europa", según García Balibrea, quien recuerda que en el extranjero, las cámaras son corporaciones de derecho público, y son órganos oficiales, es decir, administración pública. Así pues, todo apunta a que la Administración dé a las cámaras "encomiendas de gestión.

Situación saneada

No obstante, el presidente de la Cámara ha afirmado que la institución material ha mantenido una reserva económica de "de mantenimiento" que le permite "ver con tranquilidad" la aplicación de la nueva Ley que suprime el pago de cuotas obligatorio a las cámaras de comercio.

Balibrea señala que la Cámara de Comercio de Murcia "ha sido muy conservadora" y, previamente, con los criterios manejados en años anteriores, ha procurado mantener una reserva y una economía "normal, como hay que hacer en cualquier empresa. Lo que no puedes es gastarte más de lo que vas recibiendo.

Así pues, esa cuota de reserva ha permitido a la Cámara de Comercio de Murcia "no haber tenido que tomar medidas como otros han tenido que hacer, prescindiendo de personal".

Ha defendido que las cámaras son instituciones que prestan un servicio "fantástico". Por ejemplo, ha señalado que la de Murcia tiene la suerte de contar con un "magnífico equipo humano, presta unos grandes servicios y cuenta con una ventanilla única que facilita las nuevas empresas que se crean, y facilita la formación, hasta el punto que en 2011 impartió clases a 3.000 alumnos".

García Balibrea también defiende la necesidad de las Cámaras de Comercio, y diferencia su labor de la que realiza la patronal, ya que la CEOE "tiene las funciones muy limitadas, que son discutir los convenios o discutir con los sindicatos".

Cuando la Cámara tenía la adscripción obligatoria, el 52 por ciento de las empresas a nivel nacional "no pagaban ni un solo euro a las empresas, mientras que el 23 por ciento pagaban como máximo 20 euros al cabo del año, y los que sí pagaban no llegaba al uno por ciento de las empresas, que soportaban el 70 por ciento de los recursos de las cámaras, y eran las empresas grandes.

Por ello, defiende la labor "social de las cámaras de comercio", ya que las empresas que utilizaban las cámaras de comercio eran las empresas pequeñas que no pagaban cuota.