Un español detenido en Turquía acusado de "tráfico de antigüedades" por tratar de sacar del país dos trozos de mármol de un yacimiento histórico podría ser liberado este mismo jueves, según indicó a Efe su hermano.

La abogada de oficio que lleva el caso recurrió ayer la orden de arresto y aunque la apelación puede tardar tres días en resolverse, hay muchas esperanzas de que Diego Martínez quede en libertad en unas horas, explicó Cosme Martínez.

Diego Martínez, oriundo de Calatayud (Zaragoza) y de 27 años de edad fue detenido el lunes pasado en el aeropuerto de Antalya cuando se disponía a tomar el avión de vuelta tras pasar sus vacaciones en Turquía.

En el control de seguridad del equipaje los vigilantes detectaron dos piedras de mármol, una del tamaño de un mechero y la otra algo mayor, procedentes de unas ruinas helenísticas-romanas de Pergue, en Capadocia.

Tras ser interrogado por la policía del aeropuerto, Diego Martínez pasó a la comisaría y al día siguiente un juez decretó prisión preventiva por "tráfico de antigüedades", relató su hermano.

"El museo arqueológico de Antalya certificó que las piedras tienen valor histórico, por lo que está prohibido llevarlas fuera del país", informó Martínez.

Aunque reconoció que "ignorar la ley no exime de cumplirla", sí quiso aclarar que su hermano recogió las dos piezas, no en el yacimiento histórico, sino "fuera de los tornos que marcan el acceso", donde se abre un espacio de aparcamiento.

Tras el ingreso de Diego en prisión preventiva, Cosme aún no ha podido hablar con su hermano, aunque el miércoles pudo entregar en prisión un paquete con ropa y dinero este jueves podrá visitarle.

Zeki Durmaz, un abogado de Antalya experimentado en estos casos, señaló a Efe que una liberación sin cargos sólo es posible si se recibiera otro informe de expertos que certifique que las piedras tienen escaso valor histórico.

Más fácil es que el juez decrete la puesta en libertad bajo fianza, una posibilidad que Martínez espera se concrete este jueves.

Según fuentes de la Embajada española, la fianza podría situarse en torno a los 6.000 euros.

Una vez abonado ese aval, al detenido se le suele devolver el pasaporte y se le autoriza a abandonar el país, aunque el juicio continúe.