Los restos arqueológicos del denominado Barrio del Foro Romano, ubicados en la ladera sur del cerro de El Molinete (Cartagena), abrirán al público a partir de este viernes, y permanecerá abierto, de forma ininterrumpida, desde las 10.00 hasta las 18.30 horas.

El acceso se realizará por la calle Balcones Azules. Para la visita guiada, se establecerán grupos de 25 personas, por orden de llegada. Pasarán simultáneamente dos grupos, estimándose el tiempo de visita en unos 20 minutos, según fuentes de la Comunidad.

Tras esta jornada de puertas abiertas, los restos del Barrio del Foro abrirán al público a partir del sábado. Su horario será igualmente desde las 10.00 hasta las 18.30 horas, de martes a domingo.

No obstante, el Lunes Santo no cerrará para aprovechar la afluencia de visitantes durante las procesiones. La entrada general costará 5 euros y 4 la reducida para familias numerosas, jubilados, estudiantes y desempleados.

El proyecto de recuperación y puesta en valor del Barrio del Foro Romano se puso en marcha en el año 2008 y en él, la Consejería de Cultura y Turismo ha invertido cerca de tres millones de euros en la recuperación del Molinete, entre los 1,5 millones de la cubierta y la adecuación arqueológica y los 1.410.000 euros invertidos en las excavaciones arqueológicas iniciadas en 2008.

Los trabajos se han dividido en tres fases: una primera de excavación y recuperación, a la que siguieron la del proyecto arquitectónico de Andrés Cánovas, para la cubrición y protección de los mismos, para terminar en la musealización y acondicionamiento para su visita, en el que ha trabajado un equipo multidisciplinar.

Se trata de un nuevo atractivo que se suma a la oferta de la ciudad y que está llamado a convertirse en un destino clave para el turismo y la investigación arqueológica. HISTORIA

Este conjunto arqueológico de la antigua colonia romana de Cartago Nova data del siglo I y está integrado por un complejo termal al que se accede por un monumental espacio porticado.

Las termas son una sucesión de salas frías, templadas y calientes, estas últimas caldeadas por hornos dispuestos junto a la calle que delimita la manzana, los restos de dichos hornos y de la calle pueden visitarse en el Decumano, donde también se muestran los restos de un edificio porticado de carácter comercial.

Separado de este conjunto por un muro medianero, se ha hallado el Edificio del atrio, dotado de dos plantas y así llamado por distribuirse en torno a un atrio o patio central con cuatro columnas, y al que se accede por un pasillo desde la calle que limita la manzana.

Este edificio distribuido por el patio central en el que se disponían cuatro grandes salas, con un excepcional estado de conservación de sus muros, que en algunos casos superan los cuatro metros de altura, y por los vestigios de decoración pictórica mural preservados. Una de las habitaciones pudo tener una funcionalidad de culto. El Edificio del atrio fue probablemente la sede de una asociación o corporación privada o semipública, pudiendo celebrarse banquetes y reuniones.

La visita de los restos se realiza a través unas pasarelas que soporta la estructura metálica que protege el conjunto, dando acceso directo a algunos de los lugares más significativos.