El cadáver hallado en un pozo situado cerca de la carretera de Santa Catalina de Murcia, en las proximidades de un tanatorio, corresponde al de un individuo de nacionalidad lituana que resultó herido en septiembre del pasado año y cuya desaparición denunció posteriormente su madre hace unos meses.

Los detenidos por este hecho, una ucraniana —por un presunto delito de encubrimiento— y cinco lituanos —por un presunto delito de homicidio—, pasarán previsiblemente este jueves a disposición judicial, según han informado a Europa Press fuentes policiales.

Los hechos se remontan a septiembre de 2011, cuando la víctima fue herida por arma blanca y trasladada al Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia. Al parecer, alegó en aquel entonces que había sido agredido en el transcurso de una reyerta.

Finalmente, la víctima recibió el alta en el hospital, pero su madre denunció posteriormente a la Policía que estaba siendo perseguido.

Posteriormente, el individuo de nacionalidad lituana desapareció, y la Policía Nacional comenzó a investigar su paradero, hasta la aparición de su cadáver este lunes en un asentamiento lituano, en avanzado estado de descomposición y desmembrado.