El Banco de Valencia ha emitido deuda con aval del Estado por importe de 300 millones de euros a un plazo de tres años y un tipo de interés anual del 3,90%, a la espera de que el Banco de España inicie su proceso de subasta.

Según la información recogida en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la emisión de bonos simples dirigida exclusivamente a inversores institucionales se compone de 6.000 valores de 50.000 euros de valor unitario.

La filial de Bancaja, intervenida por el Banco de España el pasado mes de noviembre por sus graves problemas de solvencia tras la negativa de Banco Financiero y de Ahorros (BFA) de aportarle capital, ha agotado con esta emisión el máximo previsto garantizado.

Los representantes del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), organismo dependiente del Banco de España, aprobaron emisiones hasta un importe máximo de 1.500 millones de euros, cantidad que se ha consumido con la presente colocación.

El proceso de venta del Banco de Valencia arrancará después de lo esperado por el sector financiero con el telón de fondo de los limitados recursos del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), que cuenta con menos de 2.000 millones de euros y podría quedarse a cero tras la adjudicación.

En este escenario, la Asociación Española de Banca (AEB) instó este martes al Gobierno a aclarar de dónde saldrán los recursos para costear los rescates de entidades intervenidas, del FGD, que se nutre de las aportaciones privadas de las entidades, o del FROB, con recursos públicos.

Además de la adjudicación del Banco de Valencia, están pendientes las de Catalunya Caixa y Novacaixagalicia en caso de que no encuentren inversión privada para sustituir la presencia del Estado en su accionariado.

El FGD recientemente ha financiado las adjudicaciones de la CAM al Sabadell y de Unnim a BBVA, tras un cambio normativo del Gobierno que amplió su objetivo fundacional, garantizar los ahorros de los depositantes, a financiar la reestructuración de las entidades.