El secretario general de ELA, Adolfo Muñoz, ha pronosticado unos "resultados espectaculares" de la convocatoria de huelga general y ha pronosticado que el 29 de marzo "no termina nada".

En una entrevista concedida a ETB, recogida por Europa Press, Muñoz ha mostrado su convicción de que la organización de la huelga general "va bien" porque "la gente está muy cabreada". Según ha indicado, en función de los resultados de asambleas" celebradas en los centros de trabajo "está saliendo muy bien".

"La gente se posiciona claramente a favor de la huelga, y los datos que tenemos hoy son espectaculares, la huelga va ser un gran éxito", ha manifestado.

Muñoz considera que el 29 de marzo marcará "una gran referencia para decir: no estamos de acuerdo" así como para comunicar a la sociedad que "hay una referencia alternativa". También ha asegurado que el próximo 29 de marzo "no termina nada" porque la patronal "que está encantada de haberse conocido por el regalo político que se le ha hecho, está en condiciones de instrumentalizar el miedo".

"La huelga general manda un mensaje de oxígeno a las imprescindibles luchas laborales que hay que hacer para sostener los derechos que tanto nos ha costado conseguir", ha dicho.

Europa y las medidas

Muñoz ha reiterado su negativa a asumir que Europa "imponga" medidas a los Gobiernos de los países, en este caso de España, cuando son los Ejecutivos europeos los que "acuerdan con Europa" determinadas medidas.

"Zapatero acordó con Europa que el déficit público de 2013 tenía que terminar en el 3% y estamos en una situación en la que Rajoy va a administrar", ha explicado.

Según el dirigente sindical, Rajoy "es la derecha económica, es el original, y Zapatero es la fotocopia", pero "las políticas son continuas". "Los que están se desgastan políticamente. Se suicidó políticamente Zapatero, y Rajoy va a hacer lo mismo", ha pronosticado.

También ha advertido de que "lo que viene es durísimo" y Rajoy "dará una pincelada importante el próximo viernes". "Nuestra convicción es, además, que lo va a hacer, decretando que una gran parte de la política sea considerada básica, de tal forma que obligue a todas las Administraciones y a todos los partidos que están en esas Administraciones a aplicar las políticas de derechas que interesan al poder económico", ha dicho.