Juzgan a una banda acusada de atracos y de agredir sexualmente a una mujer en presencia de su hijo

El considerado autor material de la agresión sexual, para quien piden 15 años de cárcel, niega el abuso aunque sí reconoce los robos
Ciudad De La Justicia De Valencia
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EUROPA PRESS
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La sección quinta de la Audiencia Provincial de Valencia juzga desde este lunes a una banda organizada, integrada por siete personas —cinco hombres y dos mujeres—, acusada de atracos en bares y viviendas y de agredir sexualmente a una de las víctimas en presencia de su hijo menor de 9 años. Seis de los siete procesados han reconocido los hechos, y el único que no lo ha hecho —para quien el ministerio fiscal pide 15 años de cárcel— ha sido el que presuntamente cometió el abuso sexual.

Inicialmente, estas siete personas se enfrentaban a penas que oscilaban entre los 3 y 15 años de cárcel por varios delitos de robo con violencia e intimidación, lesiones, agresión sexual, asociación ilícita, robo con fuerza y receptación. Sin embargo, seis de ellas han reconocido los hechos y han logrado una rebaja de la pena. Estas últimas seis personas cumplirán penas de prisión que van desde el año hasta los ocho años y medio.

El que no se ha conformado ni ha reconocido los hechos que se le imputan es el considerado autor material de la agresión sexual. Este hombre, natural de la República Dominicana, ha narrado que "es cierto" que participó en los robos, pero sobre el episodio de la agresión sexual ha dicho que "lo único" que hizo él fue sujetar al niño durante unos tres minutos: "lo único que hice fue agarrar al niño cuando salió corriendo, pero no sabía lo que iban a hacer los demás". "Yo no he hecho nada más", ha añadido.

Transcurridos esos minutos, ha indicado que se fue con las otras dos personas que participaron en el robo. "Yo no toqué a la mujer, no le vi ni la cara", ha asegurado, y ha agregado que él tampoco ató a nadie. Por último, ha insistido en que cree que "nadie" cometió el abuso sexual.

Este incidente de la agresión tuvo lugar sobre las 9.00 horas del día 5 de febrero de 2010, en una vivienda de la Avenida Antiguo Reino de Valencia. A esa hora, tres hombres, dos de ellos con la cara cubierta por un pasamontañas, abordaron a una mujer y a su hijo cuando iban a salir de su casa para ir al colegio. Uno de ellos inmovilizó al niño, mientras que los otros dos metieron a su madre en el interior y empezaron a golpearle por todo el cuerpo, tal y como han reconocido. Mientras tanto, le preguntaban por el lugar en el que escondía el dinero, las joyas y aparatos electrónicos.

En un momento determinado, la mujer se percató de que su hijo estaba viendo la agresión desde el recibir, por lo que les pidió a los asaltantes que le metieran en una habitación, según ha narrado ella. Una vez allí, le siguieron dando golpes y le ataron las manos y los pies con una cinta adhesiva para que no pudiera moverse.

Asimismo, uno de ellos pidió al resto que salieran de la habitación, y tras ello —según ha mantenido la mujer— se puso encima de ella y le empezó a tocar por todo su cuerpo y le agredió sexualmente. Mientras tanto le decía que "estaba muy rica", ha descrito la víctima visiblemente emocionada.

Al momento, entraron sus compañeros a la habitación y tras atar también a su hijo junto a ella, se fueron, no sin antes advertirles de que si se movían, estarían abajo esperándoles. En total, se llevaron 15.118,25 euros entre dinero en metálico, joyas, teléfonos, cámaras y televisores. La mujer, que en la actualidad sufre —al igual que su hijo— stress postraumático, acudió por la tarde a una comisaría de policía para interponer una denuncia.

Según ha explicado esta mujer, pudo identificar a dos de los asaltantes a su vivienda porque a uno de ellos lo vio el día anterior al robo frente a su casa, y cogieron juntos el ascensor. Mientras que al segundo, el que estuvo todo el rato reteniendo a su hijo, se lo presentó 15 días antes la mujer que estuvo durante tres o cuatro años en su casa como asistenta y cuidando a sus hijos.

La mujer, quien ha indicado que su hijo no duerme desde que tuvo lugar el robo, ha explicado que días antes del suceso, acudió a su casa la chica que había cuidado a sus hijos junto a uno de los asaltantes, a quien le presentó como su primo. El motivo de la visita —según le dijo— fue para comentarle que no tenía trabajo y para pedirle que le ayudara a encontrarlo.

Tras ello, esta mujer —a la que la víctima le hizo un contrato y le regularizó la situación— le pidió ver a los niños, y la acompañó hasta el dormitorio. Mientras tanto, su acompañante se quedó en el recibor. Según el relato del fiscal, el propósito de esta visita era enseñar a este último la casa y comprobar sus dependencias. Por este motivo, también le acusaba a ella de los delitos de robo como cooperadora necesaria, por los que cumplirá —tal y como ha acordado— cuatro años y medio de prisión.

Otros robos

Uno de los hombres que participó en este robo, —todos ellos pertenecientes a una banda organizada— también abordó a otra persona pasados unos días, el 11 de febrero, cuando iba a entrar en su vivienda. Le agarró por la espalda, le tapó la boca y le tiró al suelo. Luego entró en la habitación en la que estaba su hija, y cuando ambos empezaron a gritar, huyó.

Este mismo hombre, con la colaboración de su pareja, que era la hija de la propietaria de un bar ubicado en la Avenida Gaspar Aguilar, accedió al local en compañía de otro procesado y cogieron el dinero de la caja registradora y de las máquinas tragaperras. Su pareja —quien ha aceptado cumplir un año de prisión— había desconectado el día anterior la alarma de seguridad.

Asimismo, con idéntico propósito, el 24 de mayo del mismo año, este último procesado, junto con otros tres hombres, acudieron a la localidad valenciana de Paterna, donde intentaron cometer otro robo que esta vez fue impedido por la Policía. Pensaban atacar al jefe de la que fue empleada de la primera víctima.

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