El presidente del Govern, José Ramón Bauzá, y el alcalde de Palma, Mateu Isern, han opinado este lunes en que la apertura en domingo y festivos de los comercios situados entre las Avenidas hasta el Paseo Mallorca y el Marítimo conseguirá que la Palma "deje de ser una ciudad cerrada" y compita con otras capitales como ciudades de city break' y sea una "oportunidad" para que los turistas vengan "en fines de semana largos".
Tras reunirse para acordar la declaración del centro de la ciudad como zona de gran afluencia turística, ambos dirigentes han explicado que esta iniciativa comenzará el próximo domingo y se prolongará hasta el 31 de octubre, si bien la declaración es del 1 de marzo hasta finales de octubre.
Se trata de un "plan piloto" que "dinamizará la ciudad" y tras esta prueba, volverán a hablar con las partes implicadas para ver "si vale la pena" que esta iniciativa tenga "continuidad en el tiempo", ha explicado Isern.
Esta iniciativa afecta a las grandes superficies comerciales puesto que los pequeños comercios ya contaban con la posibilidad de abrir en festivo. "Los grandes son los que ayudan a que la oferta sea atractiva", mientras que los pequeños comercios "a veces no son suficiente gancho", ha opinado el alcalde.
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