La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha ensalzado este viernes los que considera principales valores de su ciudad natal, Valladolid, representativa de la "austeridad, rigor, buen hacer y respeto a la palabra dada".

Desde el islote de Estaquín de Sigueros, en Galicia, hasta la Punta de la Restinga, en la isla del Hierro, "sí, la Semana Santa es algo muy español", ha proclamado esta viernes por la noche en la catedral de Valladolid.

"Sin obligaciones, sin falsas tradiciones inventadas, sin ataduras, España ha conmemorado la muerte de Cristo de esta manera desde hace tanto tiempo que parece difícil que nada lo amenace", ha reflexionado durante la lectura del pregón de la Semana Santa de Valladolid, declarada de Interés Turístico Internacional.

Sus celebraciones penitenciales y actos litúrgicos, en todo el territorio nacional, "congregan a más público que los equipos de fútbol", ha añadido la vicepresidenta delante del arzobispo de Valladolid; del delegado del Gobierno en Castilla y León, Ramiro Ruiz Medrano, cofrades y feligreses.

Lo ha dejado plasmado en el libro de honor de la ciudad, minutos antes de pronunciar el pregón de la Semana Santa. Ha estado acompañada del alcalde, Javier León de la Riva, quien después la ha guiado a pie por la plaza Mayor y varias céntricas calles hasta llegar al templo. La vicepresidenta ha llegado a pie hasta la catedral metropolitana, templo que se encontraba abarrotado de público, y donde ha sido recibida por el arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez.

Blázquez afirmó este lunes que le hubiera gustado haber sido consultado sobre la designación de la vicepresidenta del Gobierno como pregonera de la Semana Santa, debido a su situación matrimonial. Sáenz de Santamaría está casada por lo civil.

La vicepresidenta se ha referido a Valladolid como la ciudad de sus recuerdos y ha expresado alguna de sus sensaciones al haberse alejado de su lugar de nacimiento. "A todo lo que significa para los que nos hemos alejado un poco de ella y solo anhelamos volver", ha resumido la vicepresidenta, quien ve en León de la Riva la "imagen y semejanza" de lo que son los vallisoletanos.

León de la Riva saltó a la polémica en 2010 con unas declaraciones sobre el nombramiento de Leire Pajín como ministra de Educación. "Cada vez que veo los morritos de Leire Pajín pienso lo mismo", afirmó.

El delegado del Gobierno en Castilla y León, Ramiro Ruiz Medrano, y otras autoridades han secundado también a Sáenz de Santamaría, esperada por cientos de vallisoletanos a la entrada de la catedral.

Durante su alocución, preñada de vivencias y evocaciones personales, ha defendido, arropada por su familia y amigos, a la Semana Santa como seña de identidad y vínculo entre territorios, y ha transmitido un "afectuoso saludo" a todos los cofrades del país que ahora intensifican los preparativos de unas celebraciones donde "no se contrata a nadie", e invitado a los ciudadanos de la UE a visitar España a lo largo de las próximas fechas.

"Algunos creemos que, últimamente, en España nos pasamos más tiempo identificando diferencias personales, locales y regionales que buscando similitudes. Pues bien, la Semana Santa tiene una virtud colectiva: nos ayuda a entendernos como españoles", ha explicado desde el atrio catedralicio.