El juzgado de lo Penal número 3 de Albacete ha condenado a M.M.G. a dos años y ocho meses de prisión y a una multa de 7.500 euros al ser considerado culpable de un delito de intrusismo y de un delito continuado de falsedad en documento oficial, por dirigir una residencia haciéndose pasar por médico.

La sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, considera como probado que el acusado, mayor de edad y sin antecedentes penales, firmó un contrato de trabajo en una residencia de mayores de Albacete el 8 de enero de 2006, en virtud del cual prestó sus servicios como director hasta marzo de 2007.

Durante ese periodo, no sólo desempeñó funciones de dirección, sino que, manifestando ser médico, "cualidad que no ostentaba", reza la sentencia, ejerció como tal.

Así, se presentó como médico geriatra en una conferencia que impartió en Ciudad Real, en septiembre de 2006, con motivo del Día Mundial del Alzheimer, e igualmente, en la residencia, daba instrucciones al personal de enfermería sobre la medicación que debían suministrar a las personas internadas.

El procesado llegó incluso a firmar los certificados de defunción de cinco personas, unos documentos que, en lugar de formularlos a su nombre, los firmó a nombre de su padre, quien ostentaba la condición de facultativo colegiado en Ciudad Real.