Los trabajadores de la Mancomunidad de Municipios del Bajo Guadalquivir se van a concentrar este jueves frente al Ayuntamiento de Lebrija (Sevilla) para "gritar" que les den una solución a la situación de estos trabajadores, a los que se les adeuda salarios desde octubre, y para demandar que "no se continúe con la indecente postura de mirar para otro lado".

En una nota, los trabajadores de la Mancomunidad demandan que "no se nos siga pisoteando por parte de nuestros representantes" pero han criticado que la alcalde de Lebrija y presidenta de la Mancomunidad, María José Fernández, "ya ha dicho que no nos recibirá, pues su agenda electoral es más importante que la angustia de sus trabajadores".

Lamentan que "desde que asumió la presidencia, los trabajadores de la Mancomunidad aún están esperando que la presidenta María José Fernández, tome alguna decisión, pues prometió un final rápido, por la dignidad de los trabajadores, pero mintió".

"Prometió que si su plan de subrogar a los trabajadores por parte de los Ayuntamientos no prosperaba, dimitiría, pero mintió; prometió que pagaría las nóminas al menos hasta fin del pasado año, mediante acuerdo con las diputaciones o dimitiría, pero mintió y de hecho Lebrija ni siquiera lo solicitó", se han lamentado estos trabajadores en una nota, donde aseguran que "ni a ella ni al resto de los desaprensivos alcaldes de los pueblos de la Mancomunidad les importa el sufrimiento de cientos de familias".

Los trabajadores aseguran que la situación de los trabajadores "es desesperada, pues llevan siete meses sin cobrar" y apuntan que han pedido "angustiosamente" que se les paguen y les despidan "de una vez", para así "poder cobrar al menos el desempleo".

Critican que la respuesta de la presidenta "ha sido que lo pidamos por escrito, tras lo que dijo que haría un despido colectivo, que permitiría ir al desempleo; pero sin pagar ni una sola de las siete nóminas atrasadas, renunciando a gran parte de nuestros derechos y sin pagar siguiera la ridícula indemnización que supone un despido colectivo".

Los trabajadores se preguntan "cómo se puede hacer una propuesta tan indecente, que se parece mucho al chantaje de la desesperación". "Tenemos que pedir los trabajadores por escrito que se nos mande al paro renunciando a nuestros derechos", se preguntan los trabajadores, que consideran que "la indignidad de los alcaldes de la Mancomunidad no tiene límites".

Los trabajadores de la Mancomunidad de Municipios del Bajo Guadalquivir rechazan de forma "rotunda" acogerse a un expediente de regulación de empleo (ERE) extintivo que contemple una compensación económica de 20 días por año trabajado, a la vez que han señalado que no descartan realizar movilizaciones después de cerca de siete meses sin cobrar sus salarios.

Fuentes sindicales han explicado a Europa Press que, después de que la dirección de la empresa les comunicase que un ERE era la "única salida posible" después de que la Mancomunidad plantease su disolución en febrero, los empleados celebraron una asamblea de trabajadores en la que se ha decidido no apoyar un expediente en esas condiciones.