En el cine y la tele, es una belleza. En la realidad, también, y su voz ronca y sonrisa perenne la hacen aun más atractiva.

Una de ciencia ficción... ¡Pero sin bichos raros ni efectos!

Cuando me ofrecieron hacer una de extraterrestres pensé: ¿En España? Pero tras ver Los cronocrímenes, pensé que con Vigalondo todo era posible. Y era verdad, porque Nacho es muy divertido, uno de esos genios con su propio mundo.

Julia, su personaje, es todo un carácter.

Vigalondo no quería a la típica chica mona, sino a una lianta manipuladora. Es un poco mala y vela por sus intereses, pero al final de la película muestra sus sentimientos.

En plena invasión alienígena, ella se encierra en casa, ¿y usted?

De primeras, esperaría a ver qué pasa, a ver cómo quieren contactar... Pero vamos: ¡me cagaría de miedo!

¿Habrá vida fuera de la Tierra?

Es tan grande todo... ¿Por qué no? No me gustaría encontrarme con un extraterrestre, pero no debemos ser tan egocéntricos como para pensar que estamos nosotros solos.

Más allá de egocentrismo, usted no se puede quejar.

No, y eso que la cosa está complicada. Hice la primera temporada de una serie, Isabel la Católica, y está en un cajón. Se ven más proyectos que caen... Hay poco trabajo, así que estrenar película es un alegrón.

¿Qué hace cuando no trabaja?

Pues ahora... ¡Dirigir un corto! Me gusta mucho rodar y montar, he comprado una cámara y tengo un guión de una amiga. Es complicado, pero será muy satisfactorio.