El primer ministro Kazimierz Marcinkiewicz ha aceptado la dimisión presentada por la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Finanzas, Zyta Gilowska, oficialmente acusada de haber sido colaboradora de la policía comunista.

Gilowska declaró que llevaba diez días siendo presionada para que abandonase su cargo.

Sin embargo, aunque lo exigió en numerosas ocasiones, no se le mostraron los documentos que, supuestamente, demostraban su colaboración con la policía comunista.

"Nunca fui confidente, nunca colaboré con la policía y, por consiguiente, todos los documentos que puedan existir al respecto tienen que ser falsos", declaró Gilowska.

No obstante, la vicepresidenta del Gobierno informó de que puso su cargo a disposición, ya que las acusaciones formuladas por el Portavoz del Interés Público, podían deteriorar la imagen del Ejecutivo.

En Polonia, el Portavoz del Interés Público es el fiscal que se ocupa de la verificación de las biografías de los funcionarios públicos.

Pawel Wojciechowski, el sucesor

Una hora después de hacerse pública la dimisión de Gilowska, Marcinkiewicz declaró que había pedido de forma oficial al presidente de la República el nombramiento como nuevo ministro de Finanzas a Pawel Wojciechowski.

Wojciechowski colaboraba desde hace medio año con el jefe del Gobierno en la elaboración de la reforma del sistema fiscal y del proyecto de presupuesto para el año 2007.

Política de continuidad

Gilowska era conocida como partidaria de la moderación de los gastos presupuestarios y la simplificación del sistema fiscal, así como de la reducción de su carga.

Para evitar que el mercado financiero reaccionase con temor o incluso pánico, Marcinkiewicz declaró que esperaba que su persona seguiría siendo una garantía de que la política económica polaca no cambiará y mantendrá su estabilidad.