Unas 500 personas han participado este sábado en Comillas en la concentración organizada por el PSOE local, y secundada por el PRC, contra la cancelación del proyecto de Colegios del Mundo Unido y el "daño" que esto ha provocado al futuro del municipio.

En el manifiesto leído en el acto se hacía hincapié en las "ilusiones" de futuro depositados en esta iniciativa, en los planos social, laboral y económico.

Al acto asistieron miembros de las Ejecutivas regionales de PSOE y PRC, con sus máximos representantes, Dolores Gorostiaga y Miguel Ángel Revilla, a la cabeza.

Junto a ellos, los manifestantes han criticado que desde la llegada del PP al Gobierno "solamente han estado poniendo trabas, dilaciones en los plazos y generando mucha desconfianza" en torno a este proyecto,.

Y han solicitado al Gobierno que "lleve a cabo todas las iniciativas posibles encaminadas a retomar el proyecto y que las venganzas políticas no sean moneda e cambio para jugar con el futuro y con la prosperidad de toda una región".

"teníamos un futuro"

En el manifiesto, se hizo hincapié en que "teníamos un futuro, había un proyecto en esta tierra sobre el cual podíamos basar nuestras esperanzas para revitalizar Comillas", un proyecto "de carácter cultural, sostenible, con importantes beneficios económicos pero también, y sobre todo, con un camino que nos podría haber apartado por fin de tantos años de pelotazos urbanísticos y de una economía de sólo dos meses".

Había un acuerdo importante entre instituciones públicas y privadas; por eso ese convenio fue firmado por el Gobierno de Cantabria, la fundación Colegios del Mundo Unido, la Fundación Comillas y la Fundación Botín.

Recuerdan que "todo estaba dispuesto", y sólo falta el inicio de las obras. Pero "llegaron las elecciones regionales de mayo de 2011, y con ellas un nuevo gobierno del PP que poco o nada ha hecho por mantener este proyecto" y que, ya desde el discurso de investidura, cuestionó esta iniciativa, tachándola de "jaula de oro", y provocando luego retrasos en su tramitación.

"La consecuencia de todo esto ha sido devastadora para Comillas, para toda Cantabria. Nos han hecho perder también este tren, como tantos otros", han sentenciado en el manifiesto, en el que se muestran "desolados" porque "han acabado de un plumazo con el proyecto en el que íbamos a basar nuestro futuro, sin que a cambio nos hablen de otra cosa que de miserias".

Entre los "muchos" perjudicados, han enumerado a la "multitud desempleada" que "entregábamos el currículum y preguntábamos cada poco cuándo iban a empezar las obras", pero también a los empresarios, los pequeños autónomos, hosteleros y comerciantes de Comillas.

Inversión "sostenible y rentable"

"¿Éste es el clima de confianza y seguridad que necesita cualquier gran proyecto para atraer la inversión de patronos privados?", aseveraron, rechazando las críticas a la inversión, de 58 millones de euros, que, han remarcado, "ni era desmesurada ni aumentaba el déficit".

Al contrario, enfatizan, el dinero "provenía en parte del Banco Europeo de Inversiones y de otros fondos, incluso de las propias empresas adjudicatarias de la obra, y estaba dispuesta en un plan de financiación que hacía que cada año se pagara con mínimo esfuerzo".

Junto a ello, se estimaban ingresos de 10 millones de euros anuales, directos e indirectos, que lo hacían "sostenible" y rentable".

También enumeran otros efectos de lo que hubiera sido un "referente educativo a nivel mundial".

"Nos han arrancado la posibilidad de una oferta cultural de primer orden, de conciertos, de conferencias de primeras figuras mundiales, algo que con ningún presupuesto de promoción podríamos conseguir", añaden, junto a la posibilidad "perdida" de "enseñar una nueva realidad a nuestros hijos, de enseñarlos a comprender y a respetar a través de la convivencia con chicos de todo el mundo, elegidos por su valía personal, no por su origen ni su economía".