El portavoz del PSOE en la Comisión de Empleo del Congreso de los Diputados y secretario ejecutivo de Ideas y Programas de la Comisión Ejecutiva Federal, Jesús Caldera, ha afirmado que el Gobierno de España ha hecho un "mal diagnóstico" de la situación económica que se vive en la actualidad y que con las medidas que está adoptando —como la reforma laboral— se "empeora" la situación de crisis.

De esta manera, comentó que el partido socialista coincide con los sindicatos CCOO y UGT en que la reforma laboral hará un "daño gratuito" a los españoles. "Esta reforma surge de un mal diagnóstico de la situación actual. Este Gobierno presume mucho de tener una buena aproximación a las respuestas económicas que necesita la crisis. Pues no, esta reforma laboral surge de un mal diagnóstico de lo que sucede tanto en España como en Europa", afirmó en declaraciones a los medios.

Caldera agregó que esta reforma laboral tiene una profunda carga ideológica que, dijo, siempre ha acompañado a la derecha. "Es —dijo refiriéndose a la ideología del PP— quitar derechos a la gran mayoría, a los trabajadores. Bien leída, esta reforma es una guía que conduce todo al poder empresarial y a la imposibilidad del trabajador de tener mecanismos de defensa de sus intereses y sus derechos. Esto acabará, si se consolida, en una relación individual entre el trabajador y el empresario".

Aquí, insistió en que la reforma laboral profundizará el ciclo recesivo y que hará daño a la economía española, haciendo más difícil salir de la crisis, mientras opinó que este documento quita derechos a la inmensa mayoría de los ciudadanos.

"se destruirán más de los 635.000

Empleos que prevé el gobierno"

"El Gobierno ha presentado ya el cuadro macroeconómico y calculan que va a haber una destrucción de empleo de 635.000 trabajos este año. No. Van a ser más. Lo digo con absoluta tristeza, pero también con absoluta claridad que esta reforma va a acentuar la recesión, a empeorar nuestras perspectivas económicas, va a destruir más de 635.000 empleos y nos va desproteger de derechos al conjunto de los ciudadanos", destacó.

En este sentido, indicó que la reforma laboral tiene tres elementos esenciales. Por un lado, comentó que es cierto que el Gobierno ha hecho una normal "muy flexible", pero matizó que es para despedir, no para contratar, añadiendo que los estímulos a la contratación están mal dirigidos.

Asimismo, explicó que los trabajadores empeorarán sus condiciones laborales. "Hay un poder —continuó— unilateral masivo del empresario. En pocos años desaparecerá el poder de la negociación colectiva, los trabajadores podrán sufrir una reducción de sus jornadas, un cambio de sus funciones y una reducción de su salario unilateralmente a decisión del empresario".

Caldera señaló que también desaparece la protección al trabajador, puesto que existe un menor control por parte de los jueces en el proceso de despido, lo que a su juicio creará problemas no sólo económicos, sino también sociales.

"Ésta no es la solución —en referencia a la reforma laboral—. Está orientada al despido, no a la contratación; no ayuda a crear empleo porque no cambia el modelo productivo; pierde oportunidades de introducir políticas activas de empleo; no favorece la productividad; no ayuda a crear empleo joven; y hay un claro retroceso en la política de igualdad", concluyó.

Huelga general

Por otra parte, cuestionado sobre la huelga general, opinó que hubiera sido mejor que en el proceso de la reforma laboral existiera diálogo entre el Gobierno y los sindicatos. "Es la primera gran reforma —declaró— de profundo calado que no ha seguido ninguno de los procedimientos establecidos. No ya negociación, que no ha habido, sino ni siquiera hubo consulta".

Caldera entendió que las reformas impuestas "no funcionan" y aunque manifestó que entiende y respeta las razones para la convocatoria de la huelga, dijo que no es el papel del PSOE hacer una convocatoria de esta naturaleza.