El Partido Popular en el Ayuntamiento de Logroño cree que la reforma laboral es "la más completa y equilibrada de la democracia", mientras que el PSOE opina que "lleva a los trabajadores del siglo XXI al siglo XIX".

Así se ha afirmado en la sesión extraordinaria del pleno municipal celebrado este viernes, y que, nada más iniciarse, ha vivido un momento de tensión, cuando miembros de Comisiones Obreras, con su secretario regional a la cabeza, Koldo González, han comenzado a lanzar consignas contra la reforma y a exhibir carteles reivindicativos.

Como consecuencia, el presidente del pleno, Rodolfo Rubio, ha desalojado a los sindicalistas, en torno a una docena, del salón de plenos, mientras que los concejales del PP salían de la sala. Una vez fuera, González ha apuntado que, a partir de ahora, van a continuar con sus protestas en centros públicos gobernados por los populares.

Una vez reanudada la sesión, el primero en intervenir ha sido el secretario regional de UGT, Javier Granda, quien ha comenzado reconociendo que "las cosas no están bien, hay serias dificultades en la ciudad", algo que ha cifrado en "más de 45 empresas que están ya aplicando la reforma en Logroño".

Ha considerado que "la reforma no crea empleo" y que, al contrario, hay más despidos "y se están perdiendo derechos que nos costó mucho ganar". Por eso, ha llamado a todos "al diálogo, la concordia y frente al perjuicio claro que esta reforma supone para todos los trabajadores".

Por el Grupo Municipal Socialista, su concejala Beatriz Arráiz ha asegurado que la reforma "desprecia el diálogo social y la concertación, por primera vez en la historia de la democracia se lleva a cabo una reforma sin información previa a los sindicatos".

Ha afirmado que "facilita el despido único, discriminatorio, colectivo sin control, sin causas efectivas, universal porque también incluye a los empleados públicos y fomenta, en definitiva el despido porque habla casi monográficamente de ello", a lo que ha sumado "el retroceso de derechos de los trabajadores".

"No puede ser una reforma en el siglo XXI que lleve a los trabajadores al siglo XIX. Desequilibra la relación entre trabajadores y empresarios, y la sensación es que se está aprovechando la crisis para meternos de rondón una reforma que cercena derechos. No pierdan la perspectiva, no sean soberbios y lleguen a acuerdos", ha dicho. RÉPLICAS.

En respuesta, el concejal popular Javier Merino ha recordado a los socialistas sus responsabilidades de Gobierno "durante ocho años", en los que "han dejado 5,5 millones de parados, en su mandato 3 millones de personas se fueron al paro fruto de su mala gestión".

Ha sumado que "hay 1,5 millones de hogares con todos los miembros en paro; 1 de cada 2 jóvenes de menos de 24 años están en paro; y hay 2,5 millones de mujeres que no pueden trabajar". "Esta situación no se soportaba más, era necesario un cambio. La reforma va a traer más empleo y más estabilidad en el empleo, es la reforma que está pidiendo la sociedad", ha recalcado.

Para Merino, "seguro que hay cosas que se pueden mejorar, y habrá que seguir mejorando porque la situación de la que venimos es muy complicada, pero todo es para poner fin a la lacra del paro". "La reforma laboral es la más completa y equilibrada de la democracia. El tiempo será el mejor juez, pero dennos al menos la oportunidad de cambiar el rumbo", ha señalado. PORTAVOCES.

Por último, en el turno de portavoces, el socialista Vicente Urquía ha opinado que "el problema no es la reforma, seguramente es necesaria, pero sí lo es la dimensión de esta reforma, que no es equilibrada y rompe el equilibrio a favor de la empresa y en contra de los trabajadores".

En sus palabras, "es un insulto a la inteligencia decir que el paro es culpa de Zapatero, cuando ustedes han estado gobernando muchas comunidades autónomas, es un tema internacional y, sobre todo, del ladrillo, en el que tienen ustedes más culpa".

"La reforma es injusta e innecesaria -ha añadido- por lo que creemos que deben pararla, negociar y buscar consensos para que se mantenga ese equilibrio entre empresarios y trabajadores, que tanto ha costado conseguir".

Por parte del PP, su portavoz Miguel Sáinz ha apuntado que "estamos en tiempo de reformas, en plural y con mayúsculas", una situación que ha contrapuesto a "las que no se han acometido en los últimos años y que ahora se han hecho por un Gobierno capacitado, valiente y que pisa el suelo".

Ante las acusaciones de la oposición de "fraude electoral" por "decir una cosa antes de gobernar y hacer la contraria gobernando", Sáinz ha destacado que "no ha habido nada de fraude electoral, se han tenido los arrestos de tomar decisiones difíciles porque lo que ha habido ha sido una herencia nefasta".

"El Gobierno tiene plena confianza en empresarios, sindicatos y trabajadores. Es el momento de trabajar duro y todos unidos, de tener objetivos de Estado y dejar de lado los intereses partidistas. La reforma es urgente y, sobre todo, es necesaria", ha aseverado el portavoz del PP para finalizar la sesión plenaria.