Había una vez un renacuajo llamado Rinrín que una mañana de primavera salió de su casa con: sombrero, corbata, camisa de seda, pantalón de franela, chaleco dorado y zapatos de charol. Su madre, la Rana, al verlo, le preguntó si iba de boda o a alguna reunión. Pero Rinrín Renacuajo no le hizo ni caso, y se marchó con el sombrero de lado y con mucha presunción.
Recogió a su amigo el ratón Pelín y juntos se fueron a casa de Doña Ratona a beber cerveza, a tocar la guitarra y a cantar canciones de amor. Doña Ratona, que era buena bailaora, se marcó algunos bailes con zapatos de tacón, cantó canciones antiguas y bebió anisete para entonar la voz. Rinrín Renacuajo, que era tan presumido como buen bebedor, le pidió a su anfitriona varias jarras de cerveza para refrescar el gaznate y tocar la guitarra con mayor afinación.
Pero cuando más se divertían, llegó Mamá Gata, y por una pata cogió al ratoncito Pelín y por el pescuezo a Doña Ratona, y de un bocado los engulló. Rinrin Renacuajo salió por la ventana, pero cuando parecía a salvo, dio un mal salto y fue a parar al pico de Mamá Pata, que hasta con sombrero se lo tragó.
Muchas veces estamos tan ensimismados que no nos damos cuenta de lo que ocurre a nuestro alrededor. ¡Ojo avizor!
Próximo viernes: 28/El lobo y el queso
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios