La empresa pública de la Junta de Andalucía 'Inversión y Gestión de Capital Riesgo de Andalucía', Invercaria, solicitará este mismo jueves personarse ante el Juzgado de Instrucción número 16 de Sevilla, en el procedimiento relativo a la grabación sonora que elevó a la Justicia su exdirector de Promoción Cristóbal Cantos. La grabación en cuestión, como es sabido, contiene una conversación entre Cantos y la expresidenta de Invercaria Laura Gómiz de la que se deducirían posibles irregularides, si bien Invercaria y Gómiz niegan tal extremo y aluden a una posible manipulación de la grabación.

Para solicitar personarse en las actuaciones, según han informado a Europa Press fuentes de la Junta de Andalucía, 'Invercaria' espera aportar un informe pericial cuyo contenido "pone de manifiesto la manipulación" de la grabación en cuestión. Esta misma semana, la empresa pública prevé emprender otras acciones legales, "por la vía Civil", contra Cantos por la supuesta ilegítima intromisión en el honor e imagen de Invercaria, para lo cual esta sociedad reclamaría al aludido "un mínimo de 300.000 euros".

Tanto Invercaria como Laura Gómiz, como es sabido, promueven en paralelo sendas querellas contra Cantos por posibles delitos de estafa procesal y falsedad documental.

Y es que Invercaria defiende que en la grabación se detectan "serios indicios de manipulación" que pondrían en duda la tesis de Cantos en cuanto a que tal grabación pone de relieve que Gómiz le habría ordenado redactar informes con fechas y datos falsos sobre ayudas ya concedidas.

En dicha conversación grabada, donde se hace alusión a la auditoría que a principios de 2011 estaba realizando la Cámara de Cuentas, Gómiz le pide a Cantos que realice informes "pasados", es decir, expedientes nuevos sobre empresas que ya han recibido fondos para justificar que la inversión era correcta, al tiempo que le ordena que realice otros con datos falsos.

La grabación fue presentada por Cantos como prueba ante el Juzgado de lo Social el pasado 13 de febrero con motivo de su despido de Invercaria con el objetivo de demostrar las presiones a las que se vio sometido durante su estancia en la agencia desde principios de 2011 hasta el 29 de junio de ese mismo año, fecha en la que se materializó su despido.