Micaela Navarro dice que la lucha contra el déficit no debe afectar a la igualdad ni a los servicios públicos

La consejera para la Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía, Micaela Navarro, ha dicho este miércoles que no entendería que la lucha contra el déficit público y los consiguientes recortes puedan afectar a las políticas que favorecen y promueven la igualdad entre hombres y mujeres, ni tampoco a servicios públicos básicos, en materia de Educación, Sanidad y Servicios Sociales.
Micaela Navarro En Córdoba
Micaela Navarro En Córdoba
EUROPA PRESS
Micaela Navarro En Córdoba

La consejera para la Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía, Micaela Navarro, ha dicho este miércoles que no entendería que la lucha contra el déficit público y los consiguientes recortes puedan afectar a las políticas que favorecen y promueven la igualdad entre hombres y mujeres, ni tampoco a servicios públicos básicos, en materia de Educación, Sanidad y Servicios Sociales.

En declaraciones a los periodistas, Navarro, quien ha visitado en Córdoba la exposición fotográfica de Paco Téllez titulada '¡Basta ya! No al maltrato', ha explicado que no podría entender que se aplicaran recortes a medidas cuyo objetivo es la igualdad entre hombres y mujeres, pero que aún "lo entendería casi peor en todo lo que tiene que ver con la igualdad de oportunidades entre todas las personas", en todo lo que "se llama Sanidad pública, que se llama desarrollo de Ley de Dependencia y políticas sociales, y que se llama, especialmente y por encima de cualquier otra cosa, Educación, becas, etcétera".

En este sentido, Navarro ha subrayado que el acceso a la educación en igualdad "es el principio que nos hace iguales, o que nos da las mismas oportunidades a todos los seres humanos", de ahí que "una administración pública debe estar obligada a propiciar plataformas o rampas de salida iguales para todas las personas, tengan los recursos económicos que tengan, hayan nacido donde hayan nacido, porque aquí lo único que importa son las capacidades intelectuales, las inquietudes de las personas y la inteligencia, pero nunca las capacidades económicas de las familias".

En consecuencia, "quien tenga una capacidad económica alta, no le hará falta nada" a sus hijos, "pero quien tenga hijos, con derecho también a acceder a todos los recursos, y su único problema sea no tener recursos económicos, pues esos recursos se tienen que favorecer desde el ámbito de lo público, por el Gobierno autonómico o central, para que todo el mundo tenga las mismas oportunidades, viva donde viva y pertenezca a la familia que pertenezca".

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