El sindicato CSIF "no" apoya la huelga general del próximo 29 de marzo porque "sigue abierto el cauce de negociación" para "modificar" la Reforma Laboral en el Parlamento, y porque se trata de una convocatoria que "tiene contenidos distintos a la defensa de los trabajadores" y que "está marcada por calendarios políticos".

Asimismo, la organización sindical no apoya la cita del 29M porque antes, a su juicio, "es necesario esperar" a determinar "cómo salen" los Presupuestos Generales del Estado (PGE), y porque se trata de una convocatoria que "no responde sólo a la defensa de los intereses de los trabajadores de este país, sino que responde a otros intereses".

De este modo lo ha explicado el presidente nacional de CSIF, Miguel Borra, en rueda de prensa este miércoles en Mérida con motivo del VI Congreso Autonómico del sindicato, que convertirá a Benito Román en nuevo presidente de la organización sindical en Extremadura en sustitución de José Fernández Vidal.

"Ningunas elecciones políticas van a marcar el calendario (de CSIF) de lo que son única y exclusivamente la defensa de los derechos de los trabajadores", ha declarado Borra, quien entiende que "en estos momentos" la huelga ha sido convocada "en estas fechas" por "otros motivos distintos de la defensa de los trabajadores". DÉFICIT

Asimismo, dentro de los "cauces de negociación" que "siguen abiertos", el responsable nacional de CSIF ha destacado la "receptividad" encontrada —ha explicado— por el sindicato en el PSOE, IU y el PP en reuniones mantenidas con dichas formaciones en cuanto a la modificación de cuestiones de la reforma laboral como el apartado que, explica, "abre la puerta" a que los laborales de la administración pública sean "despedidos".

Por otra parte, sobre el nuevo objetivo de déficit marcado por Bruselas a España, ha apostado por esperar a determinar su incidencia —mediante posibles recortes— dentro de los Presupuestos Generales del Estado, y ha señalado que en la situación actual de España "hace que todas las organizaciones tienen que ser coherentes" y "no pueden lanzar ningún tipo de soflamas hasta estar seguros".

Sobre este asunto, ha recordado que el ministro Montoro apuntó la pasada semana que "no iba a recortar los salarios de los empleados públicos", y ha añadido que "los 5.000 millones que ahora son necesario añadir a los recortes generales en principio lo que están diciendo es que van a ir por otros derroteros".

En cualquier caso, ha subrayado que a CSIF "no" le va a "temblar el pulso" para "tomar las medidas" que considere "necesarias" si se "vuelve a producir una nueva agresión a los empleados públicos de este país".

Como "línea roja" que el sindicato marca para adoptar posibles medidas, Borra ha explicado que sería la relativa a que "hubiera un nuevo recorte de salarios de los empleados públicos", aunque ha reconocido que CSIF "no" tiene "ni idea de por dónde van a ir los tiros" de posibles recortes.

"No tenemos ni idea de por dónde van a ir esos tiros, ni sabemos si van a recortar en empresas públicas, ni sabemos cómo van a aplicar el techo de gasto, ni un largo etcétera", ha señalado, y ha añadido que "los 5.000 millones ahora mayores que hay que recortar añaden todavía un punto más de intranquilidad".

Empleados públicos

Sobre la situación de los empleados públicos, ha recordado que en los últimos años han perdido "más del 20 por ciento de poder adquisitivo", lo que considera "una pérdida importante", así como que "han sido utilizados como cortinas de humo".

"Quieren hacer ver a los ciudadanos que la culpa del déficit son los servicios públicos y los empleados públicos, y eso la sociedad tiene que saber que no es cierto", ha subrayado Borra.

"No es la sanidad, la educación, la justicia, la policía, la que ha generado el déficit, sino que el déficit ha venido generado por tantos aeropuertos que tenemos donde no aterrizan aviones, por tantos AVEs regionales, por tantas embajadas que tienen las CCAA en el extranjero, por tanta duplicidad de administraciones que se han producido (...)", ha declarado.

En esta línea, se ha referido a recortes como los introducidos por ejemplo en empleados públicos en Cataluña. "Cataluña, que ha recortado nuevamente los salarios de los empleados públicos, sigue sin querer recortar todo el dinero que se gastan en las decenas de televisiones que hay en Cataluña públicas, o sigue teniendo abiertas las embajadas, o la política lingüística invirtiendo, y un largo etcétera", ha lamentado.