El acusado de un intentar asesinar a su novia y herir a su propia madre con un cuchillo jamonero ha llegado a un acuerdo con el fiscal y la acusación particular, por el cual se conforma con una rebaja de la pena, que pasa de los 17 años y medio de prisión a siete años y medio, debido a que el procesado padece un retraso mental ligero.

En la vista oral celebrada este miércoles en la sección primera de la Audiencia Provincial de Alicante, que ha quedado vista para sentencia, el fiscal ha estimado que el estado mental del procesado pudo afectar a su capacidad para actuar y por ello ha propuesto reducir en 10 años su petición de pena.

Los hechos se produjeron en la tarde del 12 de marzo de 2010, cuando el acusado y la víctima se encontraban en el domicilio en el que convivían en San Vicente del Raspeig (Alicante), y entre ambos se desató una discusión, en cuyo transcurso la mujer se levantó para marcharse de la vivienda.

El acusado no obstante trató de impedírselo y le cerró la puerta y se echó sobre la mujer a horcajadas hasta que ella pudo coger su teléfono móvil y llamar a la madre del acusado para pedir ayuda. Ésta acudió al domicilio inmediatamente y, pese a la resistencia del hombre, consiguió huir y meterse en el coche de la madre, que la llevó a su vivienda, situada en la misma localidad.

Sobre las 20.00 horas de ese mismo día, el acusado se presentó en este domicilio con la disposición de quedarse a dormir allí. Por ello, la madre optó por acompañar en la habitación a la novia de su hijo durante la noche, mientras que éste se metió en otro dormitorio.

Sin embargo, sobre las 6.22 horas del día siguiente, el acusado presuntamente se metió en la habitación en la que dormían su madre y su novia portando un cuchillo jamonero de 30 centímetros de hoja, con el que supuestamente acuchilló repetidamente a ésta última por todo el cuerpo, al tiempo que repetía incesantemente que "si no era para él, no era para nadie", según recoge la acusación definitiva del fiscal.

Su madre sufrió varios cortes al interponerse y en el forcejeo consiguió arrebatarle el cuchillo, pese a lo que el acusado aún volvió a agredir a su novia con un puñetazo en la boca antes de salir de la habitación.

Por esta agresión, la novia sufrió numerosas heridas de arma blanca que tardaron en curar 45 días, y le quedaron diversas secuelas físicas, entre ellas parálisis facial, además de un trastorno depresivo por lo ocurrido. La madre también sufrió lesiones por arma blanca que requirieron 58 días para su curación, y tratamiento farmacológico y psiquiátrico.

PENAS

El fiscal considera que estos hechos son constitutivos de los delitos de asesinato en grado de tentativa, lesiones y malos tratos en el ámbito familiar, y por ellos inicialmente pedía una pena de 17 años y medio de prisión, que en el juicio celebrado este miércoles ha acordado en rebajar a 7 años y medio. A esta propuesta se han adherido también el resto de las partes tras llegar a un acuerdo de conformidad.

Además, el fiscal, la acusación particular y la defensa han acordado mantener la petición de indemnización a las víctimas, en la cantidad de unos 61.000 euros para la novia, unos 5.500 euros para la madre, y 6.600 euros para la Conselleria de Sanidad por la asistencia prestada a ambas.