Juzgan a un agente por extorsionar a un hombre con el que participó en un intercambio de billetes dudosos

La sección tercera de la Audiencia Provincial de Valencia ha juzgado este lunes a un sargento de la Guardia Civil de Murcia y a un hombre de nacionalidad rumana, para los que el fiscal pide 14 años y 11 meses, y seis años y 11 meses respectivamente, por diversos delitos de extorsión, amenazas, revelación de secretos y obstrucción a la justicia.

La sección tercera de la Audiencia Provincial de Valencia ha juzgado este lunes a un sargento de la Guardia Civil de Murcia y a un hombre de nacionalidad rumana, para los que el fiscal pide 14 años y 11 meses, y seis años y 11 meses respectivamente, por diversos delitos de extorsión, amenazas, revelación de secretos y obstrucción a la justicia.

Los hechos se remontan a abril y mayo de 2009, cuando el denunciante intermedió en una operación de intercambio de billetes "de dudosa legalidad", en la que participó el sargento de la Guardia Civil que se hacía llamar 'Mario', y tras la que hubo desavenencias entre las partes, según recogen las calificaciones del ministerio fiscal.

El sargento ha explicado que él acudió a esa cita en Valencia porque "iba a hacer una inversión" con un supuesto banco de Angola. Para ello convenció a su suegra para que le prestara 30.000 euros "y me estafaron", ha indicado. "Fui tonto, me dejé estafar y estoy muy avergonzado", ha apuntado. Según ha relatado, después de entregar el dinero, los presuntos estafadores "se levantaron de la silla y se fueron". "Perder el dinero de aquella forma me dejó hecho polvo y muy deprimido", ha apuntado a preguntas del fiscal.

El denunciante sí que ha reconocido que se reunió con el sargento "para ponerlo en contacto con Fran porque quería cambiar billetes grandes por pequeños". "Después de aquello no sé lo que pasó y me pedía a mí —el sargento— 28.000 euros, que después se convirtieron en 100.000", ha explicado.

Tras perder el dinero, el sargento ha reconocido que no lo puso en conocimiento de sus superiores y que indagó en la base de datos de la Guardia Civil "para recabar datos que son públicos" de las posibles personas implicadas en los hechos. Ha explicado que logró dar con el denunciante a través de una tercera persona que lo conocía. Viajó hasta la localidad valenciana de Sollana y estuvo vigilando en las inmediaciones de la vivienda del denunciante.

Durante la espera cerca de la casa, fue identificado por una patrulla de la Guardia Civil "porque recibimos una llamada en la que se nos indicaba que había un BMW negro sin matrícula", ha indicado uno de los agentes que ha actuado de testigo. Tras identificar al sargento, éste les dijo que estaba "en un operativo y que se marcharan de allí". "Nos resultó muy sospechosa la actuación porque estaba muy nervioso", ha agregado el agente.

El acusado ha apuntado que supo dónde trabajaba la mujer del denunciante porque "se lo pregunté al de la gasolinera que hay al lado de su casa". Los dos acusados acudieron al supermercado en el que trabajaba la mujer y al no estar le dieron el teléfono a una amiga para que les llamara. "No hicimos pasar por sus primos para no asustarla", ha apuntado. 100.000 EUROS

La mujer del denunciante llamó al acusado y "se hicieron pasar por agentes de Extranjería", ha manifestado. Concertaron una reunión por la tarde noche en la cafetería de un centro comercial de Valencia a mediados de mayo, en la que estuvo acompañado por el otro acusado, un amigo suyo que le acompañó por si tenía que expresarse en francés con el denunciante. "El tono fue cordial y no hubo amenazas", ha apuntado el sargento, mientras que tanto el denunciante como su mujer han indicado que "hubo amenazas y que si no le dábamos 100.000 euros, detrás estaba la mafia rusa". "Nos dijeron que vendiéramos la casa o que se prostituyera mi mujer" ha indicado el hombre, mientras que el sargento ha matizado que "la novela de los rusos es totalmente falsa".

El denunciante y su mujer han coincidido en apuntar que los dos acusados, durante la reunión en Valencia, insistían en el dinero y "en que les dijéramos donde podían encontrar a las otras personas" que supuestamente habían participado en la estafa. Incluso les obligaron a buscar a los supuestos estafadores "por media Valencia", ha apostillado la mujer. "Después de aquella reunión me siguió llamando y mandando mensajes por lo del dinero", ha apuntado el denunciante.

Debido a las amenazas y a que "anteriormente a la reunión nos habían vigilado y perseguido con un coche", ha indicado el denunciante, se decidieron a poner una denuncia contra los dos acusados en la Comandancia de Almussafes. "Cuando puse la denuncia me enseñaron la foto de 'Mario'", ha revelado la mujer.

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