Indemnización millonaria para los padres de un bebé con síndrome de Down por un error médico

  • Una jueza de Oregón (EE UU) fijó la indemnización en 2,9 millones de dólares (2,2 millones de euros) que tendrá que abonar el Sistema Legal de Salud.
  • Los médicos les aseguraron durante el embarazo que el bebé no padecía ninguna enfermedad genética.
  • Según el jurado, el médico que hizo la prueba prenatal tomó una muestra demasiado pequeña como para ser considerada válida.
  • Cuando interpusieron la demanda, Ariel y Deborah Levy pedían 7 millones de dólares en concepto de indemnización para cuidar a su hija, que tiene ya 4 años.
Un carrito con un bebé.
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Un carrito con un bebé.

Una pareja de Oregón (EE UU) que tuvo una hija con síndrome de Down ha sido indemnizada por el Sistema Legal de Salud con 2,9 millones de dólares (unos 2,2 millones de euros) por el mal diagnóstico de un hospital en la prueba prenatal.

Aunque los padres habían pedido en un primer momento 7 millones de dólares (unos 5,3 millones de euros) de indemnización, la cantidad final es la que la jueza que llevó el caso estimó adecuada para el cuidado de un hijo con síndrome de Down.

Según las declaraciones de Ariel y Deborah Levy recogidas en la prensa estadounidense, ellos eligieron continuar con el embarazo porque los médicos que le realizaron la prueba prenatal les habían dicho que el bebé no padecía ninguna enfermedad genética.

Ariel y Deborah decidieron entonces interponer una demanda porque les preocupaba cómo dar a su hija, que ahora ya tiene 4 años, los cuidados necesarios para toda su vida. Además, un grupo de expertos testificó en el juicio que la niña jamás será capaz de ser independiente o de ganarse la vida por sí misma.

Error en los diagnósticos

Según relata la prensa local, a las 13 semanas de embarazo, el médico tomó un tejido como muestra para una prueba en la que concluyó que el bebé no tenía ninguna anomalía en los cromosomas. Incluso aunque las pruebas realizadas más tarde arrojaban la posibilidad de que podría tener síndrome de Down, los médicos aseguraron a la familia que no había nada erróneo en el diagnóstico.

El jurado que dio el veredicto sobre el caso encontró otros ejemplos de negligencia del Sistema Legal de Salud. Según el jurado, el médico que realizó la prueba prenatal tomó una muestra demasiado pequeña del útero como para ser considerada válida y decir que el bebé carecía de alguna anomalía en los cromosomas.

Una semana después de haber dado a luz a su hija, Deborah descubrió que su bebé, en efecto, tenía síndrome de Down. El médico les dijo entonces que había tomado una muestra equivocada de tejido, un error del que no se había percatado antes, según la demanda judicial.

Ariel y Deborah defienden que los médicos fueron "negligentes en el procedimiento, análisis e información" de los resultados de la prueba de su hija incluso cuando ya había nacido.

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