Los trabajadores de B3 están expectantes sobre la postura que mantendrá el presidente cántabro, Ignacio Diego, en el encuentro que ha anunciado para este lunes con ellos y con la empresa sobre el Expediente de Regulación de Empleo para 130 de los 329 empleados de B3 de su planta en Maliaño (Camargo).

En principio, no les convence la actitud de exista poco margen de acción para el Gobierno, según ha explicado a Europa Press el presidente del Comité de Empresa, Jesús Sanz.

En el encuentro, del que desconocen si es sólo con él o conjunto con la empresa, le expondrán las "razones" que no les "convencen" sobre el Expediente en B3.

Desde el Comité de Empresa advierten que ellos pueden tener una respuesta en función de lo que Diego les traslade, pero que también pueden reaccionar "de otra forma" distinta según lo que este les diga.

Sanz recuerda que Diego se comprometió a realizar una gestión, el pasado fin de semana, ante la empresa, una gestión que no les consta que se haya hecho, ni a ellos, pero tampoco a la dirección.

Al no concretarse la "gestión" que anunció Diego, los trabajadores ya apuntaron la posibilidad de acudir a Astillero el próximo 19 de marzo, cuando el presidente lea el pregón de las fiestas de San José, como pregonero de una localidad en la que reside y de la que fue alcalde.

De momento, este lunes tendrán la reunión con Diego y la siguiente de las negociaciones con la empresa. En función de los resultados de ese contacto, se verá cómo se desarrollan las protestas y paros, aunque de momento el jueves está convocado el primero de una serie de cuatro seguidos. Está convocado formalmente por cuestiones de tramitación, pero podría no llegar a celebrarse si las conversaciones avanzaran en sentido positivo.

En las negociaciones ya iniciadas, los representantes sindicales parten de la base de que hacen medidas como bajas o prejubilaciones, pero no bajas traumáticas, esto es, despidos.

En el último encuentro, la empresa se comprometió a estudiar esas peticiones, que ha concretado en la reunión de este miércoles, y que se traducen en prejubilaciones a los 58 años con el 70% del salario, y bajas voluntarias a 35 horas hasta un máximo de 15 mensualidades, pero sin incluir ya despidos.

Los trabajadores de la antigua Standard Electric valoraron esta oferta como una propuesta inicial, pero todavía en las "antípodas" de sus objetivos.

Ellos respondieron con una contraoferta de prejubilaciones a los 56 años y le pidieron que cuantifique económicamente las cantidades a la que asciende su propuesta.

Hay otro punto, el de los contratos de relevo, sobre el que hay más acuerdo, pendiente de matizar los aspectos legales de que la parte de esos contratos —empleados a los que se ha enviado a sus casos— que cubre la empresa (un 15%) se pudiera dedicar a rentas.

El grupo con sede en Manchester alega pérdidas de 2,5 millones de euros en los tres últimos meses para justificar la decisión de prescindir de casi el 40% de la plantilla, adoptada tras una serie de medidas correctoras y ante la bajada de un 25% en las ventas del cable de cobre.

Previamente, B3 ya había ejecutado otras medidas, como el reparto del trabajo entre la plantilla a través de una reducción de la jornada anual; la ampliación de las líneas de fabricación con nuevos productos; y la mejora de diversos procesos de trabajo, entre otros.