"Una de las peores rebajas de la última década". Esta es la conclusión a la que han llegado la mayoría de los pequeños comerciantes de Mallorca, para los que la campaña que finalizó el pasado 7 de marzo les ha supuesto una caída de las ventas de 3% en comparación con el pasado año, según indica un informe de Pimeco publicado este viernes sobre el final de las rebajas de invierno.

Este informe señala que casi la mitad de los comerciantes de la isla, un 46 por ciento, considera que en última la temporada de rebajas ha vendido menos que en 2011, mientras que un 10 por ciento cree que le ha ido mejor y un 44 afirma que sus ventas no han variado.

Así, la principal causa de los resultados se achaca a la poca disposición de compra de los clientes (63%) y en menor medida a la escasa afluencia de clientela (37%).

Como conclusiones de la valoración realizada de la campaña de rebajas de invierno, que se inició el 7 de enero y que ahora ha finalizado, "se inserta en la situación crítica de la economía en general y se caracteriza por la escasa disposición de compra de los clientes, siguiendo las pautas tradicionales en cuanto a su evolución temporal, que va decreciendo a medida que transcurre el periodo máximo de dos meses".

También, los comerciantes han constatado que las expectativas de signo negativo que se habían manifestado antes del comienzo de la campaña "se han cumplido parcialmente".

Con todo, han añadido que "la política de precios a la baja experimentada desde los inicios de la temporada, la retracción de las ventas en la temporada ordinaria y las condiciones climáticas del mes de febrero, han facilitado el remate de las compras en rebajas y ha posibilitado que el nivel de stock almacenado a la finalización de la campaña, se haya situado en los valores normales de las campañas de rebajas anteriores al estallido de la crisis".

Los resultados de esta campaña respecto a la de 2011, obedecen, -según se apunta en el informe-, a un ajuste de precios a la baja que repercuten negativamente sobre la rentabilidad de los comercios y en algunos casos a su estabilidad y permanencia en el tejido comercial de Mallorca.

En definitiva, una campaña de rebajas, "que sigue la tónica de la campaña anterior y que pese a la caída de los precios reales de los productos rebajados, no ha supuesto mejoría alguna para el comercio minorista de Mallorca, con lo cual se sigue manteniendo una percepción generalizada de la situación, caracterizada por un marcado pesimismo".