El uso del cannabis es aún más lúdico que terapéutico

  • El 70% de los socios de entidades lo consume con fines recreativos.
  • Cada vez hay más enfermos que recurren a esta sustancia.
Montse, consumidora terapéutica.
Montse, consumidora terapéutica.
M. P.
Montse, consumidora terapéutica.

Sólo el 30% de los socios de entidades cannábicas consumen marihuana con fines terapéuticos. El resto lo hacen con fines lúdicos. La mayoría de asociaciones, que sólo suministran entre sus abonados aquélla que cultivan, piden que se legalice y que se regule para garantizar la calidad del producto y combatir el mercado negro.

La Asociación Barcelonesa Cannábica de Autoconsumo (ABCDA) asegura que el 30% de sus 5.000 socios consume marihuana con fines terapéuticos, un porcentaje similar al del Moviment Associatiu Cannàbic d’Autoconsum (La Maca) de Barcelona, donde 172 de los 550 socios la usan para mitigar el dolor que padecen.

"En realidad, no tiene ningún sentido usar cannabis con fines terapéuticos porque desde julio de 2010 hay un fármaco hecho con esa sustancia que ofrece garantías de composición y calidad, y es legal", afirma a 20 minutos la subdirectora de Farmàcia i Productes Sanitaris del Departament de Salut, Neus Rams.

Para la esclerosis

No obstante, su uso únicamente está aprobado para casos avanzados de esclerosis múltiple con espasticidad, si bien Rams admite que se administra para paliar dolores oncológicos y neurológicos, en caso de náuseas y vómitos producidos por la quimioterapia y a pacientes con sida y cáncer terminal con anorexia-caquexia. Pero "siempre es la última opción terapéutica", recuerda.

El presidente de La Maca, José Afuera, asegura que dicho fármaco –un extracto de cannabis que se administra con un aerosol bajo la lengua–, no tiene la misma eficacia y especifica que el precio es superior. Además, existen diversas formas para consumirlo y reducir sus efectos psicotrópicos.

Los vaporizadores (como el de la foto), las tinturas (gotas) o las infusiones, por ejemplo, lo permiten, pues el cannabinol (CBD), que inhibe la transmisión de señales nerviosas asociadas al dolor, es hidrosoluble, a diferencia del tetrahidrocannabinol (THC), una sustancia liposoluble con propiedades psicoactivas.

Los médicos no pueden prescribir cannabis a los enfermos, pero en las asociaciones cannábicas cada vez hay más socios terapéuticos que recurren a estas entidades en lugar de buscar la droga en el mercado negro. La Maca no es una excepción: "Muchos llegan perdidos y, a menudo, carecen de información y de comprensión por parte de la familia y los amigos. La mayoría son personas que nunca habían consumido", explica Afuera, que admite que, cuando empezaron a llegar enfermos, no estaban preparados. "Vino gente con esclerosis múltiple y era duro".

El número de socios terapéuticos –que deben justificar su ingreso con informes médicos– no ha dejado de crecer desde hace tres años, cuando La Maca contrató a un médico que desde entonces asesora a los enfermos sobre el tipo de cannabis, la manera de consumirlo, y fomenta los vaporizadores para evitar el humo nocivo.

Montse: "El cannabis o el yoga por separado no son suficientes"

Montse, una antigua trabajadora social, tiene 60 años y hace más de 30 que consume marihuana. Cuando tenía 23, le diagnosticaron artrosis en las cervicales y el médico le recomendó nadar o hacer yoga para reforzar la musculatura. Optó por la segunda opción, pero el dolor persistía y, al buscar otros remedios, dio con el cánnabis, aunque siguió practicando yoga y relajación. "No quería tomar calmantes todo el día, y el yoga y la marihuana me ayudan a estar mejor". Hace año y medio, llegó a La Maca como consumidora terapéutica, y ahora trabaja nueve horas a la semana ayudando al doctor de la asociación.

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