Una familia de "cogoteros" ha sido detenida en Barcelona después de haber acometido diez atracos, dos de ellos en Oviedo. Se trata de un grupo formado por el padre, su hijo y varios sobrinos que disponían de varios domicilios de seguridad en el barrio de Besós.

Según informó la Policía, las investigaciones se iniciaron en 2009, a raíz de varios robos que se cometieron por el procedimiento del cogotazo en varias sucursales bancarias que se cometieron en Valladolid, Barcelona, Málaga, Sevilla, Granada, Zaragoza, y Oviedo.

El 'modus operandi' del grupo consistía en que uno de los miembros accedía al interior de los bancos y simulaba ser un cliente más con la intención de seleccionar al objetivo al que asaltar, bien en el interior de la sucursal, bien en las inmediaciones de la misma.

En el caso de que la víctima ofreciese resistencia, los integrantes del grupo que aguardaban en el exterior no dudaban en emplear la violencia y usar armas blancas o de fuego, también sobre terceras personas que intentaran ayudar.

En una de sus giras en junio del 2009 esta familia se desplazó hasta una entidad bancaria ubicada en la calle Camino Real de Colloto-Oviedo, donde un hombre se encontraba en la caja de la entidad y justo cuando la cajera se disponía a entregarle en la mano 29.405 euros, un joven alargó su brazo por encima del mostrador y logró coger el bloque de billetes.

La segunda vez que actuaron fue en septiembre del 2010. Esta vez se desplazaron hasta una entidad bancaria ubicada en la Avenida General de Colloto, donde tras seleccionar a un hombre que acababa de extraer de su cuenta 5.000 euros, le esperaron en la calle, se acercaron por detrás y le arrebataron el sobre con todo el dinero.

La víctima del robo, junto con varios viandantes que fueron a socorrerle, comenzaron a perseguir al individuo. De repente, tres individuos más que se encontraban en el interior de un coche esperándole, se bajaron del mismo y armados con cuchillos de gran tamaño les amenazaron para que se alejaran.

Mediante este procediendo consiguieron más de 300.000 euros en 10 golpes. Actuaron en cinco comunidades autónomas diferentes, lo que ha hecho que la coordinación entre los investigadores de ambos Cuerpos de Seguridad fuera fundamental para localizarlos y detenerlos en un restaurante de Barcelona.