Caen más de 40 mafiosos en una operación policial contra la 'Cosa Nostra' siciliana

Las claves:
  • Las autoridades italianas detienen a 45 personas implicadas con la mafia siciliana.
  • Dan por desarticulada la nueva dirección de la sociedad criminal.
  • Se busca todavía a siete personas.
Dos oficiales custodian el cartel con las fotos de los 45 detenidos (Efe)
Dos oficiales custodian el cartel con las fotos de los 45 detenidos (Efe)
Efe
Dos oficiales custodian el cartel con las fotos de los 45 detenidos (Efe)

Las autoridades italianas han asestado un golpe a la organización mafiosa Cosa Nostra con la desarticulación de la nueva dirección de la sociedad criminal tras la detención en abril de su máximo jefe, Bernardo Provenzano.

Cuarenta y cinco personas, entre ellas dieciséis jefes, han sido detenidas en Sicilia y otras siete son buscadas por los quinientos agentes de las fuerzas de seguridad que participan en la operación.

Uno de los responsables de la redada, el jefe de Policía de Palermouseppe Caruso, ha calificado la operación de "brillante golpe".

Investigación de 'pizzini'

La operación ha podido llevarse a cabo tras descifrar los números existentes en los famosos "pizzini", los "papelillos" con los que Provenzano dirigía Cosa Nostra y se comunicaba con el resto de jefes mafiosos.

Cada número se refería a un miembro de Cosa Nostra, según reveló el médico Antonio Cina en una conversación interceptada por la policía: "Yo soy el 164; ese número se refiere a mí".

Esa revelación y numerosas conversaciones interceptadas durante horas permitieron establecer que la sucesión de Provenzano fue asumida por un triunvirato compuesto por Antonio 'Nino' Rotolo, jefe del clan de los Pagliarelli; Franco Bonura, constructor mafioso, y el ya citado médico de Provenzano, Antonio Cina.

Cumbres en cabañas de latón

Los tres, que han sido detenidos, celebraban sus "cumbres" en una cabaña de láminas de latón, en las cercanías de Palermo, y hablaban sin precaución, al considerarlo un lugar secreto, seguro y a salvo de interceptaciones gracias a un aparato que Rotolo pensaba impedía las escuchas.

Pese a las cautelas de los mafiosos, los investigadores lograron registrar esas conversaciones durante dos años, lo que junto a los "papelillos" de Provenzano ha permitido reconstruir históricamente los acontecimientos mafiosos del último cuarto de siglo.

En la cabaña, los tres, junto con otros jefes de Cosa Nostra, hablaban sin recato de todo: desde su censura al papa Juan Pablo II por su dura condena a la mafia hasta la recomendación para un examen de la universidad, según informan las agencias de noticias italianas.

En esas "cumbres" los jefes mafiosos comentaban, además, el "periodo difícil" por el que atravesaba la organización criminal.

"Es un periodo difícil porque no podemos fiarnos los unos de los otros, porque en cada redada hay un arrepentido nuevo", afirmó en una de las conversaciones Vincenzo Marciano, un "capo" (jefe) de Cosa Nostra.

La investigación ha permitido más descubrimientos sobre el funcionamiento de Cosa Nostra como, por ejemplo, que incluso los emigrantes chinos que tienen negocios pagan los "pellizcos", el dinero que la mafia exige a los comerciantes bajo amenazas de muerte.

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