Se conforma con 2 años de cárcel el vallisoletano que intentó quemar a lo bonzo a su novia con alcohol

El Juzgado de lo Penal número 4 de Valladolid ha condenado a una pena de dos años de prisión a Rubén R.H, el joven que en febrero de 2009 trató de quemar a lo bonzo a su novia con alcohol.

El Juzgado de lo Penal número 4 de Valladolid ha condenado a una pena de dos años de prisión a Rubén R.H, el joven que en febrero de 2009 trató de quemar a lo bonzo a su novia con alcohol.

El juicio previsto hoy no ha llegado a celebrarse debido a que el letrado de la defensa y las acusaciones pública y privada han llegado a un acuerdo previo en virtud del cual el imputado ha aceptado una condena de dos años de cárcel por un delito de lesiones, junto con un total de 120 días de trabajos en beneficio de la comunidad como autor de un delito de maltrato sin lesión y de otro de amenazas, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

En el fallo se aplica al imputado la circunstancia atenuante de reparación del daño, al haber consignado la cantidad de 9.000 euros destinados a indemnizar a su expareja, S.M.D.G, cifra con la que ésta se ha mostrado satisfecha.

Además, la condena incluye la prohibición del condenado al derecho a la tenencia y porte de armas durante un total cuatro años, así como siete años de alejamiento respecto de su víctima, a la que no podrá acercarse durante ese periodo a menos de quinientos metros ni comunicar con ella.

El agresor y su novia, quienes mantenían una relación afectiva y compartían el mismo domicilio, en pleno centro de la capital, sostuvieron una inicial discusión en la vía pública el 14 de febrero de 2009 motivada porque él pretendía conducir la motocicleta de ella, a lo que ésta se opuso ya que su novio por aquel entonces carecía de permiso de conducir.

Fue al llegar a casa cuando el acusado propinó un puñetazo a la víctima, a la vez que sacó un cuchillo con el que le amenazó de muerte, aunque no consta que por tales hechos la novia sufriera lesión alguna.

Diez días después, sobre las 19.30 horas del 24 de febrero, el condenado, que carece de antecedentes penales, regresó a la vivienda en la que se encontraba su pareja, que ya había decidido poner fin a la relación y recogía sus cosas, y tras entrar en el baño salió con una botella de alcohol de quemar y preguntó a la joven si deseaba llamar a alguien.

Sus palabras y forma de proceder asustaron a la mujer, que cogió el teléfono móvil y llamó a su madre. Pero mientras hablaba, el acusado arrebató el teléfono a su novia, roció su cabeza, brazos y pecho con el líquido inflamable y le prendió fuego con un mechero.

A consecuencia de ello, la mujer sufrió lesiones consistentes en quemaduras de primer y segundo grado en el antebrazo derecho, el abdomen y la región submamaria izquierda, las cuales precisaron únicamente para su curación de una primera asistencia facultativa, curas locales diarias durante unos veinte días y terapia psicológica.

Como secuelas, la víctima presenta un trastorno de estrés postraumático y diversas cicatrices dispersas .

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