El último estudio del Observatorio de la Juventud muestra a unos jóvenes de 15 a 29 años que se sienten agraciados. Gente guapa y sana a la que le «va bien».

Lo de sana lo dirían siete de cada diez jóvenes. Lo de que la vida les «va bien», nueve. Lo de guapa, no tantos. Siete de cada diez encajan ser del «montón».

Porque la vida para ellos es «buena», pero no perfecta. Tres de cada diez quieren cambiar «muchas cosas».

Por ejemplo sus kilos. Los que sobran y los que faltan. Uno de cada tres entiende que debe perder peso y uno de cada diez ha pasado a la acción y ya está a dieta.

Y con la forma física aflora, una vez más, el optimismo. La gran mayoría cree que está en buena forma. Por cierto, ellas se ven más gordas y menos en forma que ellos.

Además, se ve que alguno nació cansado. Alguno, no; bastantes. Uno de cada tres dice sufrir cansancio y agotamiento de forma crónica. Y a partir de ahí, el estudio recoge una lista de convalecencias masivas. Dos de cada diez están nervioson casi todos los días o más de una vez por semana. Idéntica proporción se registra entre los que aseguran tener irritabilidad o mal genio.

Por último, cuando los encuestadores preguntaron si se estaba en tratamiento psicológico, el 35% no respondió. Entre los que sí lo hicieron, el 2,2% acudía al psicólogo por depresión y ansiedad, principalmente.

Pedid y se os concederá

Los jóvenes de Bilbao están llamados a contar lo que necesitan. A través de 22 grupos de discusión, el Ayuntamiento quiere identificar las demandas de los jóvenes e invitarles a que elaboren propuestas concretas. Los encuentros son idea del programa Bilbao Aktiba para fomentar la participación juvenil. Después de estas 22 discusiones, cada área municipal definirá acciones concretas en función de lo reclamado por los jóvenes. Tras esto, personas pertenecientes al asociacionismo juvenil de la capital evaluarán las acciones programadas por el Ayuntamiento y podrán generar nuevas propuestas o alternativas.