Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), pertenecientes a la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva, han imputado a cinco personas como presuntos responsables de cinco de los últimos incendios ocurridos en la provincia desde que se inició el presente año.

Un incendio que se declaró en Aracena y que calcinó el pasado día 4 de febrero dos hectáreas en el Parque Natural, se saldó con la imputación de una persona. Otro incendio, el día 17 de febrero en Aroche, también se saldó con la imputación de otra persona. Un imputado resultó de la investigación de un incendio que quemó 6.000 metros cuadrados de monte y cinco pinos en Cartaya, el pasado día 25 de febrero, mientras que los otros dos imputados son los presuntos responsables de los incendios ocurridos en El Cerro de Andévalo y en Beas, según ha informado la Benemérita en una nota.

Las condiciones metereológicas han sido uno de los factores que han hecho crecer al número de incendios registrados, siendo contabilizados por el Seprona un total de 18 incendios forestales. Estas circunstancias climatológicas han contribuido a que el campo se encuentre bastante seco, propiciando que los materiales se hayan encontrado en una situación óptima para arder. No obstante, las lluvias de la pasada noche tendrán un efecto positivo y se estima que ayudarán a paliar los riesgos.

Las posibles amenazas tienen su origen en que los meses de inviernos son aprovechados para realizar las labores agrícolas que conllevan la limpieza de podas, eliminación de residuos forestales y otros trabajos servícolas, y la falsa confianza que proporciona la climatología invernal. Esto ha hecho que hayan proliferado pequeños incendios en nuestra provincia, los cuales, a pesar de ser numerosos, han resultado de poca entidad.