El FROB, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, es el plan del Gobierno para el rescate de bancos y cajas. Cáritas se ha hecho en voz alta el razonamiento que tantos españoles han pensado últimamente. Si lo bancos tienen un plan de rescate, ¿no lo merecen tanto o más los ciudadanos de a pie agobiados por sus deudas?

Es lo que Cáritas Diocesana ha pedido al Gobierno, un plan de rescate de vivienda para las personas hiperendeudadas que aborde este problema más allá del pago de las hipotecas, y tenga en cuenta también los impagos de alquileres.

Esta organización ha instado al Ejecutivo a promover una política que asegure una vivienda de alquiler asequible para todas estas familias. A juicio de Cáritas la ayuda debería concretarse con la regulación de un "mini FROB" para las familias sobreendeudadas y en una intermediación experta entre las familias afectadas por problemas de pago de la vivienda y sus acreedores.

La institución católica ha apostado por la mediación, y ha celebrado el código de buenas prácticas impulsado por el Ministerio de Economía, pero lo ha considerado una medida insuficiente.

La organización, que dice vivir de forma directa el "grave problema de sobreendeudamiento de muchas familias", ha alertado de una fractura social por el aumento de personas que viven en la exclusión, consecuencia, en muchos casos, de la pérdida de la vivienda y del trabajo.

Cáritas Diocesana tiene un servicio de mediación de vivienda, que ha atendido a más de 300 familias con la resolución de 100 casos, ya sea reconduciendo las deudas de alquileres o hipotecas, consiguiendo daciones de pago o bien ofreciendo alquiler social a aquellas personas que hayan perdido su vivienda.

También las Administraciones autonómicas se han propuesto mediar. El Gobierno Vasco pondrá en marcha antes de dos meses un servicio de mediación para evitar el "drama" que supone que el impago de la hipoteca termine en desahucio.

En Catañuña, ya lo viene haciendo la Generalitat. Desde el inicio de la mediación hipotecaria en 2010, ha recibido más de 1.000 consultas, de las que unas 700 han acabado con mediación con entidades financieras, y de las que dos terceras partes han encontrado una solución alternativa al desahucio.