La Audiencia condena a 22 años de cárcel a una mujer por matar a su marido al inyectarle insulina en Aspe

La sección tercera de la Audiencia Provincial de Alicante ha condenado a una vecina de Aspe (Alicante) a una pena de 22 años y medio de prisión como autora del intento de asesinato de su marido en 2007 al suministrarle la medicación que ella misma tomaba para la diabetes en un vaso de leche y por, finalmente, acabar con su vida en junio de 2010 al inyectarle la insulina mientras la víctima dormía.
La Acusada De Asesinato A Su Llegada A La Sección Tercera De La Audiencia
La Acusada De Asesinato A Su Llegada A La Sección Tercera De La Audiencia
EUROPA PRESS
La Acusada De Asesinato A Su Llegada A La Sección Tercera De La Audiencia

La sentencia considera probado que el 30 de marzo de 2007 en el domicilio familiar que la procesada, afectada de diabetes, compartía en Aspe con su marido y sus hijos, tras una discusión con su cónyuge —que padecía numerosas afecciones—, disolvió en un vaso de leche una cantidad elevada de comprimidos que ella tomaba para su diabetes y se la ofreció a su esposo con intención de acabar con su vida.

La víctima sufrió una hipoglucemia grave que precisó su ingreso en urgencias del Hospital General Universitario de Alicante, con diagnóstico de hipoglucemia grave por hiperinsulinismo con péptido C inapropiadamente elevado, de la que el afectado se recuperó sin que le quedaran secuelas.

La procesada manifestó a los facultativos que atendían a su esposo al día siguiente a los hechos, que le había suministrado el contenido de cuatro a seis cartones de sus comprimidos.

El tribunal señala que la administración de dicho compuesto, constituye una urgencia médica con necesidad de ingreso hospitalario, y sin tratamiento puede suponer riesgo para la vida por accidentes cardiovasculares agudos, accidentes cerebrovasculares, encelopatía hipoglucemia o daño permanente en corteza cerebral.

Tres inyecciones de insulina

Tres años después, con idéntica intención, sobre la 1.15 horas del día 28 de junio de 2010, cuando el marido dormía, la procesada cogió tres bolígrafos inyectables de insulina de su propio tratamiento, y le inyectó las tres dosis en su capacidad máxima mientras dormía.

No obstante, la víctima se despertó y al verla en la cama le preguntó qué hacía, ante lo cual, la imputada cogió una almohada y se la puso sobre la cabeza. Los gritos del hombre despertaron al hijo menor, que se encontraba en la vivienda, y que acudió a pedirles que se calmaran.

Al día siguiente, y al comprobar los hijos que a la hora de la comida su padre no se había levantado, avisaron a una ambulancia que lo trasladó al Hospital de Elche (Alicante) a la UCI, donde le fue diagnosticado un estado de coma no estructural asociado a hipoglucemia grave.

Una vez estabilizado, fue trasladado al Hospital de San Vicente (Alicante) en estado de coma vegetativo persistente, encelopatía secundaria y síndrome de inmovilidad, hasta que falleció en febrero de 2011.

En este caso, la acusada también manifestó a la doctora que atendió a la víctima en el Hospital de Elche, que le había administrado el contenido de tres bolígrafos de insulina en su máxima capacidad. 22

Años y medio de prisión

En la sentencia, el tribunal considera "inverosímil" el relato realizado por la acusada en la vista, —que aseguró que no pretendía acabar con la vida de su marido—, y recuerda que en las primeras manifestaciones a los médicos que atendieron a su esposo les dijo que le dio la medicación por ser víctima de malos tratos psicológicos, y porque "prefería ir a la cárcel" que seguir en la misma situación.

Por ello, considera a la procesada autora responsable de un delito de asesinato en grado de tentativa, con la concurrencia de la circunstancia agravante de parentesco y la atenuante de confesión, y la condena a la pena de siete años y seis meses de prisión, según recoge la sentencia facilitada por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).

Asimismo, la condena por un delito de asesinato, con la concurrencia de la circunstancia agravante de parentesco y la atenuante de reparación del daño, a otros 15 años de prisión. Además, le impone el pago de las costas y declara la "indignidad" de la condenada para beneficiarse del derecho de sucesión respecto a su marido.

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