Circo, danza, marionetas, teatro de sombras... Teatralia, el festival internacional de artes escénicas para niños y jóvenes, llega a su XVI edición presumiendo de calidad y variedad.

En total, se celebrarán desde este viernes y hasta el 26 de marzo, una veintena de espectáculos –dirigidos a un público de entre 2 y 18 años– en 32 municipios de la Comunidad de Madrid. "Una selección de propuestas muy escogidas que pretenden que los niños y los jóvenes que se acercan a un teatro por primera vez vuelvan a repetir", explica Charo Martín Crespo, directora del festival.

Prestigiosas compañías nacionales e internacionales vuelven a estar presentes en Teatralia. ¿El currículo más remoto que les ha llegado? "Desde África, pero por logística se nos complicaba excesivamente", dice Martín Crespo.

La función inaugural correrá a cargo de la compañía italiana Teatro Necessario y su obra Tête à Tête (Círculo de Bellas Artes). El espectáculo, dirigido a niños de 7 años en adelante, combina los lenguajes del teatro gestual y del circo contemporáneo. Malabares, acrobacias, mimo y clown se mezclan para crear un juego cómico.

También destacan propuestas orientadas a los adolescentes. Una, de la compañía canadiense Cas Public, que combina el clasicismo musical y las tendencias más juveniles en danza y movimiento. La otra, titulada Berlín, es una muestra de cómo el teatro puede contar un episodio de la historia del siglo XX de manera atractiva.

Dentro del programa también puede visitarse la exposición Heureuses lueurs. Allusions d’optique (Imágenes felices. Fantasías ópticas), una instalación para niños de 5 años sobre la luz, las sombras y las imágenes en movimiento. La muestra es del francés Philippe Lefebvre.

Teatralia contará con un espectáculo traducido al lenguaje de signos para que los niños con discapacidad auditiva puedan disfrutar del festival con sus familias. La función tendrá lugar el próximo 24 de marzo, en el Centro Cultural Paco Rabal, con el espectáculo Maravillas de Oriente (teatro y títeres) de la Companyia d’Espectacles Pa Sucat, una divertida historia de un juglar, un pastor y un soldado.

Jordi Cartanyà, director de la Companyia d’Espectacles Pa Sucat, explica su experiencia y visión del teatro para niños.

¿Por qué eligió el teatro para niños?

Por mi vinculación desde siempre con la infancia y juventud. Provenía del mundo asociativo y de la educación en el tiempo libre. La dramatización la utilizaba con frecuencia para transmitir valores. Todo partió de aquí, y un grupo de jóvenes nos juntamos para crear un espectáculo para niños y ya ves, han pasado ya 26 años.

¿Qué diferencias fundamentales hay con el teatro para adultos?

Más de las que habrían de existir. De hecho artísticamente pocas, ya que a los niños les puedes llegar con las mismas disciplinas artísticas que a los adultos y además tienes menos convencionalismos, son mucho más sinceros. Las diferencias muchas veces las marcan los mismos adultos que consideran que los niños no tienen criterio y por lo tanto los espectáculos para niños son de menos calidad y no se les debe dar tanta importancia.

¿Hay suficiente oferta de teatro para niños?

Creo que la oferta es buena y variada, además se puede contar con un amplio abanico de compañías y disciplinas artísticas. La oferta siempre es mejorable y debemos estar muy alerta para que con los recortes culturales no paguen el pato los niños y jóvenes. La educación artística que reciben a través de los espectáculos es básica en la formación vital de las personas. Nuestros niños están forjando su futuro y el bagaje cultural es fundamental.

Y los padres que van a las funciones ¿también lo disfrutan?

¡Evidentemente! Como he dicho antes no podemos menospreciar la calidad artística de las propuestas de las compañías. En muchos espectáculos existen varias capas de lectura y cada espectador, niño, joven, adulto se lleva sus emociones y vivencias del espectáculo. Además siempre es agradable dejar que el niño que todos llevamos dentro se despierte y disfrute unos momentos.

¿Son los niños un público exigente? ¿Cómo se les gana?

Creo que es uno de los más exigentes, como he dicho antes, los niños si no les gusta, simplemente desconectan, se evaden y si el espectáculo es de calle, se van. Son inmensamente sinceros y te agradecen que les descubras universos nuevos y les hagas pasar un buen rato disfrutando del arte. Para ganarte a un niño, debes respetar al máximo tu trabajo, dándole calidad, emoción y tratar de llegar a su corazón. A veces se piensa que hace falta infantilizarnos para llegar a los niños y ese es un gran error, los niños son mucho más inteligentes y capaces de captar lo artístico de lo que muchos piensan.