Los médicos andaluces denuncian cada mes 12 agresiones o amenazas

Los colegios profesionales registraron 146 durante el año pasado. Enfermeros o celadores también sufren episodios de violencia.
El número de amenazas y agresiones al personal sanitario en Andalucía ha crecido en los últimos años. El año pasado se contabilizaron doce denuncias al mes, 146 en todo 2005, que fueron tramitadas por los colegios de médicos. Se trata de una cifra orientativa porque el SAS, donde se registran la mayoría de casos, no ofrece datos.

A todo el personal

Médicos: Los de cabecera, los de urgencias y los especialistas acumulan el 37% de las agresiones entre abril y noviembre de 2005, según el Sindicato Médico de Córdoba.

Enfermeros: Sufren un 36% de los episodios violentos (entre auxiliares y diplomados), seguidos de los auxiliares administrativos (12%) y de los celadores (11%).

Los más amenazados: Son los médicos de familia: el 2,8% en toda Andalucía.

Qué hacer

Ante una amenaza: El Colegio de Médicos de Cádiz recomienda «mantener una adecuada distancia de seguridad, situándose junto a la puerta o salida, controlar la situación a través del diálogo y evitar permanecer a solas con el presunto agresor».

Si hay agresión: «Conservar las pruebas de la agresión y el nombre de las personas que la hayan presenciado y realizar denuncia de lo sucedido».

Por provincias

De más a menos: Las 40 agresiones de Cádiz casi doblan las 23 registradas en Córdoba o las 20 que sucedieron  en Sevilla, según los cálculos de los colegios profesionales.

Comportamientos con condena

Esgrimir un arma blanca, rajar las ruedas de un coche, lanzar un monitor a la cabeza, insultar, amenazar de muerte, escupir... Todas estas lindezas (casos reales en Andalucía) son castigadas por la justicia y pueden llevar al agresor a la cárcel. Algunas sentencias establecen condenas de prisión que alcanzan los diez meses por intento de agresión y amenazas de muerte a un médico. También existe jurisprudencia en cuanto a medidas de alejamiento, similar a los casos de violencia doméstica, y se han convertido en corrientes las indemnizaciones monetarias si la víctima puede demostrar lesiones.

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