La ordenanza de Convivencia Cívica del Ayuntamiento de Teruel cumplirá un año de vigencia en los próximos días. El alcalde de la ciudad, Manuel Blasco, ha asegurado que la ordenanza se está aplicando de "forma prudente" puesto que estos primeros meses han servido más para informar a los ciudadanos a cerca de la normativa.

Aún así, el Consistorio ha incoado 33 expedientes por conductas incívicas como orinar en la calle, llevar perros sueltos o no recoger sus excrementos. Un buen número se lo llevan las cocheras que, se utilizan a modo de locales de ocio y cuyo funcionamiento está regulado expresamente en la normativa.

En rueda de prensa, el alcalde ha asegurado que el consistorio ha aplicado la Ordenanza Cívica, durante este primer año, "de forma prudente", porque se ha tratado más de informar a los ciudadanos que de sancionarles.

Aún así, se ha denunciado a aquellos ciudadanos cuyas conductas estaban al margen de la nueva normativa: "hemos sancionado con 75 euros a aquellos que la Policía Local ha encontrado orinando en la calle, también se han abierto expedientes por dejar la bolsa de basura en la calle o a propietarios de los perros que los tienen abandonados, que los llevan sueltos o que no recogen sus excrementos", ha dicho Blasco.

Según se ha puesto hoy de manifiesto, en este año se han abierto 33 expedientes por conductas incívicas. En concreto, el concejal de Protección Ciudadana, José Miguel Hernando, ha apuntado que se han iniciado 5 expedientes "por comportamiento incívico en la calle (por orinar en la vía pública)".

Además, se han abierto otros 17 expedientes a propietarios de perros por llevarlos sueltos, por dejar abandonados a los animales, no recoger sus excrementos o permitir que estén en parques infantiles; otros 2 expedientes a establecimientos por permitir el consumo del alcohol en la calle.

Un buen número de estos expedientes, un total de 9, se han abierto a los propietarios y usuarios de las cocheras o locales de ocio juveniles. Hernando ha reconocido que "todos tenemos derecho a divertirnos", pero también ha apuntado que "los locales deben reunir unas condiciones de higiene, seguridad y salubridad para evitar problemas". En este caso, la sanción prevista inicialmente es de 750 euros.

Por otro lado, Manuel Blasco ha reconocido que Teruel "no es una ciudad vandálica", aún así cada año el Ayuntamiento de Teruel tiene que dedicar unos 20.000 euros a reponer papeleras, reparar mobiliario urbano o recuperar árboles.

En ese sentido, el concejal José Miguel Hernando ha manifestado que el consistorio "tiene el deber de invertir en el mantenimiento de la ciudad", pero estas cantidades para reparar el mobiliario tras un acto vandálico "son innecesarias". Por eso, ha pedido "la colaboración de todos los turolenses" para mantener la ciudad en perfecto estado.

Para acabar, la concejal de Participación Ciudadana Rocío Feliz de Vargas ha indicado que el consistorio emprenderá una campaña informativa, a través de los medios de comunicación, para que "nadie pueda decir que no conoce el contenido de la Ordenanza", para eso lanzarán "mensajes cortos y directos".

La Ordenanza de Convivencia Cívica de Teruel entró en vigor el 9 de marzo de 2011. Feliz de Vargas ha subrayado que es una normativa "muy ambiciosa" que pretende acabar con todos los comportamientos incívicos en la capital turolense.