Los vocales del Consejo General del Poder Judicial delegados para la Coordinación e Impulso del Proyecto de Mediación Penal y Civil, Margarita Uría y Antonio Dorado, han presidido en Las Salesas la reunión en la que se han dado los primeros pasos para hacer de la mediación intrajudicial en el ámbito de Familia una realidad en Cantabria.

En el encuentro estuvieron presentes, entre otros, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC), César Tolosa; la consejera de Presidencia y Justicia del Gobierno regional, Leticia Díaz; la presidenta de la Asociación de Mediación de Cantabria, Yolanda González Rábago; el secretario de Gobierno del TSJC, Luis Gabriel Cabria; y el decano del Colegio de Abogados, Jesús Pellón.

La intención del presidente del TSJC es poder iniciar las primeras experiencias de mediación intrajudicial en el seno del Juzgado de Primera Instancia nº 9 de Santander, encargado de los asuntos de Familia, e incluso extenderla a otros ámbitos. En la reunión se acordó comenzar a trabajar coordinadamente para la futura firma de un convenio de colaboración entre todas las partes implicadas, según informa el TSJC en un comunicado.

Favorece el cumplimiento

La mediación intrajudicial es la que se da dentro de un proceso judicial ya abierto, bien antes de que se dicte la sentencia o bien en fase de ejecución de la misma, cuando se producen incumplimientos. No es, por tanto, una alternativa al proceso judicial, sino una nueva forma de actuación de los tribunales de Justicia, que ofrece a las partes la oportunidad de llegar a una solución consensuada o, al menos, reducir las materias en discordia.

En este sentido, el objetivo de la mediación familiar no es sólo lograr el acuerdo entre las partes, sino que a veces es suficiente con que el enconamiento disminuya y la comunicación entre la pareja mejore. La solución de los asuntos puede alcanzarse entonces mediante la intervención de un mediador, derivándose así de la decisión del juez mediante una resolución judicial, a la decisión libre, voluntaria y consensuada de las partes.

Además, el TSJC destaca que el hecho de que se pueda alcanzar una solución al conflicto en cualquier momento del proceso, incluso en la fase de ejecución de sentencia, ayuda a evitar incumplimientos.

Beneficios para los hijos

Este nuevo modelo de actuación en el seno del procedimiento judicial tiene, según destaca el TSJC, numerosas ventajas en aquellas situaciones en las que las dos partes deben seguir relacionándose en el futuro, como es el caso de los cónyuges con hijos comunes. "Gracias a esta herramienta, se limitan las consecuencias negativas y secuelas en los hijos, no se les hace protagonistas y se evita el sentimiento de culpabilidad que muchos de ellos tienen por la separación de sus padres".

Además, con la mediación familiar intrajudicial se reduce el coste afectivo, emocional y económico de los procesos de familia, se logra un compromiso mayor entre las partes y se favorece la flexibilidad y la colaboración ante las incidencias que se pueden producir en el futuro.

Más de un centenar de juzgados

El Consejo General del Poder Judicial viene impulsando iniciativas de mediación intrajudicial familiar desde hace seis años, cuando puso en marcha una experiencia piloto en seis Juzgados de Familia de Madrid, Barcelona, Málaga, Palma de Mallorca, Pamplona y Sevilla. Hoy superan el centenar los juzgados españoles en los que se llevan a cabo experiencias de este tipo.

En 2008, se aprobó el Protocolo que establece las bases para implantar este tipo de mediación en todos los Juzgados de Familia de España. Con la reunión de hoy, Cantabria da los primeros pasos para sumarse a este nuevo modo de hacer Justicia que, tal y como subraya el citado protocolo, mayoritariamente produce satisfacción entre los ciudadanos que han tenido acceso a la misma.