Entre la madrugada del jueves y la del sábado, tirones, reyertas, venta de droga al menudeo y escándalo público motivaron las intervenciones de la Policía Nacional, principalmente, aunque los agentes también arrestaron a individuos reclamados por otros juzgados.

Nadie les ayudó

Uno de lo casos más desesperantes del puente se produjo ayer a las nueve de la mañana, cuando un matrimonio de ancianos sufrió un tirón dentro de un bar del centro y, pese a sus gritos de socorro, ni el resto de clientes, ni el personal del establecimiento movió un dedo.

En cuanto a Protección Civil, prestó asistencia, en la playa del Postiguet, a un herido en un accidente de tráfico, rescató a un niño de ocho años que nadaba, y curó cortes, rozaduras, quemaduras por el sol, picaduras de medusas y peces araña, además de efectuar dos traslados al Hospital General a personas con antecedentes cardiacos y auxiliar por bajadas de tensión.

En total, fueron 20 servicios y el más atípico, la hospitalización de un tironero al que su víctima, un bañista, le propinó una paliza.

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Luceros: muere otro indigente

La tragedia continúa en la plaza de Luceros, donde el sábado murió otro indigente, el tercero en un mes. Procedía de la República Checa, no tenía familia y sus conocidos, también mendigos en el mismo sitio, carecen de medios económicos para hacerse cargo de su entierro. Al parecer, el fallecido solía rebuscar en los contenedores de basura para procurarse alimento, lo que pudo causarle una infección fatal.