Los comercios próximos a los juzgados de Palma han vuelto esta mañana a la normalidad tras la comparecencia este pasado fin de semana del duque de Palma, Iñaki Urdangarin, quien ha declarado delante del juez que instruye el caso, José Castro, acerca de su implicación en la presunta malversación de fondos públicos a través del Instituto Nóos.

De esta forma, uno de los dependientes de un supermercado cercano a los juzgados ha explicado a Europa Press que el pasado sábado, primer día de comparecencia de Urdangarin, tuvieron que abrir una hora más tarde debido a la gran cantidad de gente que había en las calles.

Sin embargo, a pesar de la afluencia de público, el dependiente ha asegurado que en lo que respecta a "hacer caja" fue un día normal. "Había más gente fuera que dentro", ha recordado.

Por otro lado, los bares de la zona abrieron de forma excepcional el domingo para intentar aprovechar la gran expectación mediática del caso. No obstante, las medidas de seguridad impidieron que algunos de ellos pudieran sacar el rendimiento esperado debido a la restricción de paso impuesta por el cordón policial.

A pesar de que estos comercios trabajaron hasta altas horas de la madrugada este pasado domingo a causa de la lentitud del proceso -la declaración acabó a la 1.10 horas de la mañana y el repaso de la misma se postergó hasta las 4.00 horas-, a las 7.00 horas han abierto nuevamente sus puertas a los clientes habituales.

"Me he tomado media hora más de descanso esta mañana", ha reconocido el dueño de un bar que se encuentra en la misma calle de los juzgados y ha aseverado a Europa Press que ayer sirvió a policías y periodistas hasta las 3.30 horas de la madrugada.