El fotógrafo ambulante que retrató gratis la Inglaterra obrera desde un autobús de dos pisos

  • Reivindican la obra de Daniel Meadows y su 'Free Photographic Omnibus'.
  • Compró un autobús Leyland Titan en una subasta en 1973  y lo convirtió en estudio, cuarto oscuro y galería rodante.
  • Recorrió el país durante dos años documentando la vida de la gente de a pie.
Daniel Medows, autorretrado ante su autobús
Daniel Medows, autorretrado ante su autobús
Daniel Medows - From the 'Free Photographic Omnibus, 1973-1974'
Daniel Medows, autorretrado ante su autobús

Daniel Meadows (Great Washbourne-Inglaterra, 1952) tenía un sueño: hacer fotos a la gente de a pie sin cobrar. Después de estudiar en un centro de formación profesional de Manchester, lo intento en 1972 en una barbería abandonada que alquiló por cuatro perras, pero se dió cuenta de que aquello era demasido estático, que necesitaba moverse si deseaba hacer fotos a la sal de la tierra.

Alguien le contó a Meadows la historia de John Benjamin Stone, un político conservador muy aficionado a las fotos, que tampoco distinguía entre éstas y el movimiento. En el siglo XIX, Stone tomó 26.000 imágenes en países como Nouega, Japón, Brasil, España -su libro A Summer Holiday in Spain fue publicado en 1873- y, por supuesto, Inglaterra, que recorrió de punta a cabo en un carro tirado por un caballo.

Un autobús mítico, a precio de ganga

El afanoso Meadows se puso manos a la obra. Recolectó dinero entre amigos y compañeros de estudios, entre ellos Martin Parr, acudió a una subasta de vehículos viejos de servicios públicos y se hizo, pagando 360 libras, con un autobús Leyland Titan de dos pisos, el símbolo turístico más conocido de Londres.

Después de quitar todos los asientos de pasajeros, instaló en el piso superior un cuarto oscuro y una mínio espacio para dormir y dejó diáfano el inferior para dedicarlo a estudio y galería rodantes. Desde 1973 y durante casi dos años Medows y su Free Photographic Omnibus hicieron miles de kilómetros.

La experienca fue única: los vecinos de localidades remotas, los obreros de minas alejadas, los niños de escuelas rurales, las parejas camino del baile... todos se dejaban caer por el autobús, eran retratados por Meadows y, al día siguiente, podían ver la foto expuesta en la galería. El fotógrafo ambulante nunca cobró un céntimo, pero tampoco le faltaron invitaciones a comer, beber y pasarlo bien.

La figura de Medows, su obra y "movimiento fotográfico único" han sido reivincadas por el National Media Museum de Bradford con una exposición antológica de las fotos tomadas en el Free Photographic Omnibus.

La muestra también reúne obras realizadas tras la experiencia, porque Medows, como era de prever, no se quedó quieto. Siguió haciendo fotos, siempre desde la misma altura que el pueblo llano, sobre problemas laborales, industrias en declive y cuestiones sociales. Sigue activo, aunque ahora se dedica a ser un cuentacuentos digital de historias que no sobrepasan los dos minutos y las 250 palabras.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento