La Fiscalía va a solicitar un total de 50 años de prisión para el procesado al que acusa de dos delitos de asesinato, de modo que interesa por cada uno de ellos 25 años de cárcel ya que, señala, sometió a sus víctimas a un "sufrimiento intenso". Según el fiscal, actuó bajó un brote psicótico agudo polimorfo que alteró sus capacidades intelictivas y volitivas cuando abordó a su esposa.

Para dar cumplimiento "a lo que había planeado con la intención de acabar con su vida", entró en la estancia y, con dos cuchillos de 14 y 11 centímetros de hoja, le asestó hasta 23 puñaladas "de forma totalmente imprevista y sin que pudiese defenderse" que le alcanzaron en el tórax anterior y posterior, así como en la cabeza y los brazos.

Subraya el Ministerio Público que Cristóbal B.R. cometió el crimen de manera que fuese "aumentando el sufrimiento" de Mercedes G.C., ya que sufrió la mayor parte de las heridas mientras se encontraba con vida. Las tres cuchilladas que le causaron la muerte, tal y como consta en el informe forense, penetraron el lóbulo pulmonar izquierdo y le provocaron un hemoneumotórax con taponamiento cardiaco y "hemorragia profusa tanto a nivel interno como externo".

A continuación, el procesado asió a su hijo de cinco años y, sin que pudiera defenderse, le apuñaló en cinco ocasiones después de "haberle hecho sufrir intensamente al ver como su madre moría". Falleció a causa de la perforación de la vena cava de "manera inmediata". El fiscal, que pide que el acusado indemnice a la hija de 17 años de la víctima con 200.000 euros, califica los hechos como dos delitos de asesinato y estima la concurrencia de la agravante mixta de parentesco y la atenuante analógica de trastorno mental.

Cristóbal B.R., quien fue detenido tras partirse un brazo al caer desde una altura de dos pisos cuando intentaba huir descolgándose por unos cables ya que fue sorprendido por los vecinos del inmueble, se sentará en el banquillo ante un tribunal de jurado.