'Euphoria', ‘Sex Education' y otras series que dieron una visión diferente de la adolescencia

Bajo la etiqueta de ‘hacen apología de’, en los últimos años hemos visto florecer, sobrevivir y triunfar series adolescentes que buscaban ir más allá de los dramas banales de esta etapa de la vida. Por que sí, hay amor, amistades fallidas, mala relación paterno-filial y mucha impulsividad, pero eso no es grave. El lugar donde pueden desembocar si no aprendemos a gestionar los problemas, sí.

Alejándose de la frivolidad de Compañeros o Física o Química, enfocadas al triunfo rápido en parrilla y bajo la atenta mirada del rancio abolengo audiovisual, las plataformas en streaming han dado un empujón a la temática ‘teen’ (como ya hizo en su momento Skins). Han apostado por la crudeza de la realidad, por los temas actuales y por psicologías complicadas que se alejan de los clichés. Por supuesto, todo aderezado por la curiosidad y vergüenza típica de la edad.

Euphoria. Todo el mundo habla de la nueva apuesta de HBO, del sexo explícito y del tratamiento de las drogas. Pero esta serie va más allá de lo meramente morboso: ahonda en la problemática de las drogas como vía de escape para el estrés o la ansiedad, muy presentes en nuestra sociedad.

Sex Education. El pasado enero, Netflix apostaba por una serie que puso en jaque la educación sexual que se recibe a lo largo de la adolescencia. Sí, hay que hablar del sexo –virtudes y peligros– y la libre sexualidad sin tapujos ni vergüenza, en la escuela y en casa, para evitar complejos, miedos y fobias obsoletos en el siglo XXI.

The Society. No todo son borracheras, juergas desmedidas y sexo, durante la adolescencia la mayoría empieza a perfilar cómo será cuando sea adulto. Al puro estilo de El señor de las moscas, este variopinto grupo de Netflix deberá demostrar que pueden actuar como tal (o mejor) cuando las cosas se complican.

Merlí. De producción española, esta ficción exprime los tópicos más usados por las series de corte ‘teen’, los desmonta y los resuelve a golpe de filosofía. ¿La moraleja? Una educación avanzada que enseñe los valores de aprender a pensar por uno mismo y no dejarse llevar por la banalidad de la mayoría.

Por trece razones. Cómo ocurrió con Euphoria, cuando Netflix abordó el suicidio adolescente se les culpó de idealizarlo. Sin embargo, gracias a Hannah Baker, vivimos situaciones que nos resultaron familiares, bien por el lado del acosador o de la víctima, y pudimos reflexionar una vez más sobre la complejidad del bullying y sus consecuencias reales.