La Cocina Económica de A Coruña atiende diariamente unas 600 peticiones de comida, lo que supone un incremento de casi el 30 por ciento respecto a los últimos años, según ha señalado a Europa Press su responsables. La mayoría de sus usuarios son hombres con edades que superan los 40 años, aunque también hay mujeres y mayores de 65 años con escasos recursos.

En su comedor, ofrece diariamente unas 200 comidas, a las que se suman las que suministra para llevar a domicilios. Estas cifras suponen un incremento "de entre un 25 y un 30 por ciento" en relación a los últimos años", ha señalado, en declaraciones a Europa Press, su administrador Oscar Castro, en referencia a las consecuencias que está teniendo la crisis económica en la sociedad y, en especial, en los colectivos más desfavorecidos.

"Si en los años 2006 y 2007 teníamos una media de 120 o 130 personas, hoy en día estamos atendiendo a 200 en el comedor", explica este responsable de la Cocina Económica de A Coruña, institución que cuenta, entre otros, con el respaldo de instituciones como el Ayuntamiento de A Coruña para sufragar sus gastos de funcionamiento.

A los servicios que presta en sus dependencias, que incluyen tanto el desayuno como la comida, se suma la que suministran a personas que las llevan a sus domicilios, entre ellas familias con niños o el turno establecido para mayores de 65 años, donde se atienden a unas 25 personas.

En este caso, se trata de personas, en su mayoría viudos o viudas, que cobran una pensión mínima y a las que el dinero que perciben no les llega para atender todas sus necesidades básicas.

Otros servicios

Paralelamente, la Cocina Económica de A Coruña presta un servicio de lavandería y de duchas, "con unos 85 usuarios diariamente", apunta Oscar Castro, quien añade que paulatinamente y, ante las nuevas necesidades generadas por la crisis, han ido completando sus servicios con la creación de un centro de ocio "para quitarlos de la calle y el frío", señala en referencia a las personas que no tienen un lugar donde cobijarse.

Para este colectivo, se han creado "pequeñas becas para habituales", indica en referencia a personas que acuden desde hace tiempo a este centro "y a los que se cubre alguna habitación", añade este responsable de la Cocina Económica.

En concreto, de este sistema se benefician en la actualidad una decena de personas, en muchos casos pendientes de percibir la Renta de Integración Social (Risga).

Sobre el perfil de los usuarios, Oscar Castro asegura que la situación en A Coruña -después de la muerte de tres indigentes en la calle el año pasado y de otros dos, usuarios de la Cocina Económica, en un hostal de la ciudad-, no es diferente al de otras ciudades y descarta que haya más mendigos que en otros núcleos urbanos.

No obstante, sostiene que sí hay una "población itinerante". "Algunos vienen buscando un trabajo en la ciudad y se encuentran con que la situación aquí no es diferente al de otros sitios", explica.

Al mismo tiempo, añade que a esos se suman los que antes encontraban trabajos esporádicos, que paliaban su falta de ingresos, y que ahora tienen que recurrir de nuevo a este tipo de servicios por no encontrar empleo.

Reticencias a ir albergues

"La situación es similar al de otras ciudades pero aquí hay mucha gente que está en la calle y que se niega a acudir a entidades", afirma en referencia a los albergues, una afirmación en la que coinciden otras entidades benéficas y el propio Ayuntamiento herculino, quien, recientemente, ante la última ola de frío, hizo un llamamiento a las personas "sin techo" para acudir a los albergues.

En cuanto a la situación financiera de la propia Cocina Económica, su administrador sostiene que "goza de buena salud" gracias a las aportaciones públicas y también privadas, a través, entre otros, de sus 3.500 socios.

"Eso nos ha permitido incrementar los servicios", explica haciendo alusión, entre otros, a la oferta de un trabajador social para orientar a los que la precisen en la solicitud de ayudas o para el cobro de una paga.