El examen jurídico de una vivienda de segunda mano

Si físicamente la vivienda reúne las condiciones que necesitamos, hay que comprobar su estado jurídico.
Lo primero es pedirle al vendedor los datos registrales; es decir, el Registro de la Propiedad en el que está inscrito el inmueble. Estos datos, necesariamente, deben aparecer en la escritura notarial de compraventa que tenga nuestro vendedor. Si no aparecen, consulte con un abogado antes de hacer nada. Con esos datos, debemos pedir una nota simple de dominio y cargas. Esta petición puede hacerse personalmente en el propio registro en el que está inscrita la vivienda. Si esto no es posible, en cualquier otro registro nos indicarán cómo hacerlo a través de ellos. Se puede solicitar, incluso, en la página de los registradores (www.registradores.org) por un coste de 9,02 euros.

La nota simple contiene una descripción del inmueble (podemos comprobar si coincide con lo que hemos visto), el nombre del propietario (podemos comprobar si es la misma persona que nos lo vende) y las cargas; es decir, si tiene hipotecas, embargos, usufructos, arrendatarios, servidumbres, etc.

Si todo está correcto, continuaremos las averiguaciones en la propia comunidad de propietarios. Lo mejor es ponernos en contacto con el presidente y el administrador y preguntar cuánto se paga de gastos de comunidad, si la vivienda está al corriente de los pagos, si hay alguna derrama extraordinaria en el momento o es previsible que se establezca pronto alguna. Por ejemplo, si a la finca le toca pasar la inspección técnica de edificios.

Tampoco está de más enterarnos si hay algún vecino conflictivo en la comunidad o si es de dominio público que la vivienda por la que nos interesamos tiene problemas de olores, humedades, etc. Un poco de ‘cotilleo sano’ con los vecinos no vendrá nada mal.

Con la colaboración de A A V (Alboreca, Abogados de Vivienda). Teléfono: 902 503 630. Correo electrónico: alboreca@alboreca.es

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