La Audiencia Provincial de Cádiz ha sentenciado con 256 y 160 años de cárcel a Fernando P.G. y Juan B.G, respectivamente, por haber violado a nueve mujeres entre 1995 y 2000 en las localidades gaditanas de Puerto Real y El Puerto de Santa María, aunque establece como límite de cumplimiento efectivo de las penas impuestas un máximo de 25 años.

Alguna de estas violaciones fue erróneamente atribuida al portuense Rafael Ricardi, quien permaneció 13 años en prisión siendo inocente, motivo por el que recibió una indemnización del Estado de 555.000 euros que su abogada recurrió en su día por considerarla "irrisoria", ya que supone "120 euros por día en prisión".

Según recoge el fallo de la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial, al que ha tenido acceso Europa Press, Fernando P.G. es condenado a 256 años al considerarle autor de agredir sexualmente a cuatro mujeres junto al otro procesado y de ser el autor de otras cuatro violaciones de manera individual. Además, la Audiencia le considera autor de dos delitos de detención ilegal.

Por su parte, Juan B. es condenado a 160 años al considerarle autor de cuatro violaciones en compañía del anterior, además de otra agresión sexual que llevó a cabo sólo y otro delito de detención ilegal.

En los nueve casos que se han podido probar, concurren los agravantes de disfraz, nocturnidad y despoblado, ya que actuaban encapuchados, siempre de noche y en zonas solitarias de ambas localidades.

Los agresores han sido condenados gracias a las pruebas genéticas realizadas, ya que en cuatro de las agresiones aparecieron restos con el ADN de ambos.

En dos de los casos juzgados las mujeres fueron agredidas sexualmente cuando se encontraban en compañía de sus parejas, a los que reducían obligándolos a presenciar la violación.