La sentencia considera probado que, en la madrugada del día 24 de junio de 2009, según lo planeado por ambos acusados, el autor material del crimen se dirigió a la vivienda situada en Santa Pola (Alicante) en la que vivía el fallecido junto a la acusada y sus hijos, con la intención de matarle.

La procesada, con idéntico ánimo, le abrió la puerta de la vivienda, le facilitó un cojín y le indicó dónde descansaba la víctima, a la que el acusado intentó asfixiar aprovechando que dormía.

No obstante, éste despertó y se produjo un forcejeo, en el cual el asaltante golpeó a la víctima mortalmente con la citada barra de hierro e incluso le clavó completamente, antes de que falleciera, un cuchillo de cocina, del que se apoderó en medio de la pelea.

Tras estos hechos, los dos condenados ocultaron el cuerpo sin vida de la víctima en un gallinero de la pedanía ilicitana de Asprillas, e intentaron borrar posteriormente todo el resto de pruebas de su muerte. PENAS

En el escrito condenatorio, el magistrado del presidente del Tribunal del Jurado —perteneciente a la sección séptima de la Audiencia Provincial de Alicante, con sede en Elche (Alicante)—, ha condenado a una pena de 17 años y medio de prisión a la acusada, como coautora del asesinato de su pareja.

Al respecto, la sentencia estima que ella propuso, acordó y ayudó en todo momento al autor material del crimen, y resalta que, pese a estar presente durante los hechos, no prestó ayuda a la víctima. Por todo ello, considera que concurren las agravantes de alevosía y de parentesco.

Por su parte, para el autor material del asesinato —que confesó su autoría durante la vista oral—, ha establecido una pena de 15 años de cárcel. Además, ha impuesto a cada uno de los dos procesados el pago de 300.000 euros, en concepto de indemnización a los herederos del fallecido, que tenía siete hijos, dos de ellos con la condenada.