Acusado de asesinar a golpes a su esposa confiesa que tuvo intención de matarla y aumentar su dolor

Sólo se ha limitado a responder con un 'Sí' a las preguntas que le ha formulado la Fiscalía
Juicio A Chino Acusado De Matar A Su Esposa En Granada
Juicio A Chino Acusado De Matar A Su Esposa En Granada
EUROPA PRESS
Juicio A Chino Acusado De Matar A Su Esposa En Granada

El hombre de nacionalidad china, identificado como Xushang L., que el 13 de enero de 2011 acabó a golpes con la vida de su esposa, que tenía entonces 29 años, en la tienda de frutos secos que regentaban en Granada capital ha confesado este viernes en la Audiencia de Granada que tuvo intención de matar y que fue consciente de que estaba aumentando el dolor de su víctima, al usar primero un serrucho sin mango, después un cuchillo y finalmente una losa de mármol para agredirla hasta que falleció.

Ante el jurado popular que lo enjuiciará hasta el próximo martes, el procesado, que ha contado con la traducción de una intérprete, se ha limitado a asentir a todas y cada una de las preguntas que le ha formulado la Fiscalía de Granada, que pide para él un total de 25 años de prisión por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento con la agravante de parentesco.

Así, ha confirmado que aquel día decidió esconder la tarjeta de residencia a su esposa, con la que llevaba casado desde 2005, y que, al regresar ella, iniciaron una discusión por este asunto que llevó a la mujer a decirle que quería separarse de él, una intención que incluso ya le había manifestado un día antes de lo ocurrido. A respuestas a las cuestiones planteadas por el Ministerio Fiscal, ha señalado que se dirigió a la trastienda del establecimiento y "con ánimo de matarla" agredió a su mujer, con la que tenía un niño de cinco años que vive en China con su abuelo materno.

Ha reconocido además que mientras la agredía la mujer le pidió en repetidas ocasiones que parara y que la llevara al hospital, y que, pese a que dos jóvenes llegaron a la tienda, decidió acompañarlos hasta la salida y cerrar para continuar golpeándola. De hecho, la Policía Local que se personó en la tienda tuvo que quitarle la loseta de mármol con la que estaba arremetiendo contra su esposa.

"¿Era consciente de que estaba aumentando el dolor de su víctima?", ha preguntado la fiscal, obteniendo igualmente un escueto 'Sí', del inculpado.

A la vista de la confesión del procesado, que ha sorprendido a todas las acusaciones, éstas, en representación de la familia de la fallecida —dos hermanos que se encuentran en Italia y su padre—, de la Abogacía del Estado en nombre de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, y de la Junta de Andalucía, concretamente de la Consejería para la Igualdad y el Bienestar Social, han decidido no formular más cuestiones.

Su defensa

Su defensa, que ha dicho al inicio de la vista que representa al inculpado porque aquella noche estaba de guardia en el turno de asistencia al detenido, simplemente le ha preguntado si alguna vez ha tenido problemas con la justicia o con otras personas, a lo que Xushang L. ha contestado que 'no'. Su abogada pretendía que se le contemplasen las circunstancias atenuantes de legítima defensa, arrebato y arrepentimiento, pero el reconocimiento que ha hecho de lo sucedido ha desarmado sus argumentos.

Todas las acusaciones piden 25 años de cárcel para el acusado, y sólo difieren sus peticiones en cuanto a las indemnizaciones para los familiares de la mujer, que en el caso de la Fiscalía es de 160.000 euros para el hijo y de 20.000 euros para cada uno de los dos hermanos que residen actualmente en Italia. En la Sala estaba este viernes presente uno de ellos, que ha seguido atentamente el transcurso de la sesión de hoy, que ha acabado con más antelación de lo previsto porque la declaración del procesado se ha reducido a poco más de cinco minutos.

Además, dado su testimonio, que previsiblemente llevará al jurado a declararle culpable de asesinato con todas las agravantes mencionadas, las partes han renunciado a varios testigos y a algunas periciales, de manera que las sesiones serán poco extensas la próxima semana.

La acusación de la fiscalía

Según consta en el escrito de acusación de la Fiscalía, los hechos se remontan a las 20,00 horas del 13 de enero de 2011, cuando el acusado, que se encontraba en la tienda de frutos secos, situada en la calle Trajano, discutió con su esposa, Weili W., y, aprovechando un descuido de ésta, cogió su tarjeta NIE (tarjeta de residencia). Instantes después, cuando su mujer se percató y le pidió que se la devolviera, el acusado se negó, y ella insistió y le expresó su deseo de poner fin a la relación y separarse, según consta en el escrito de acusación provisional de la Fiscalía de Granada, al que ha tenido acceso Europa Press.

En un momento de la conversación, Weili W. se dirigió a la trastienda, separada del recinto público por una cortina, seguida por el marido, quien, con el firme propósito de acabar con su vida, la golpeó reiteradamente y por distintas partes de su cuerpo.

Pese a los continuos gritos de la mujer, que le rogaba que se detuviera y la llevara al hospital, el procesado sólo interrumpió su agresión al advertir la entrada en el establecimiento de dos jóvenes. El hombre se dirigió entonces hacia ellos con la cara y manos ensangrentadas y sin que, por su actitud, ellos pudieran imaginarse lo que acababa de ocurrir.

Uno de los clientes, suponiendo que el procesado estaba herido, se marchó en busca de un botiquín para curarle, mientras que la chica que lo acompañaba se quedó en el interior de la tienda con la intención de comprar. Sin embargo, el inculpado la condujo hasta la salida "sin darle ningún tipo de explicación" y cerró tras ella la puerta del local regresando al interior del habitáculo. Una vez allí, continuó golpeando a su esposa, que yacía en el suelo gravemente herida sin poder defenderse.

Entretanto, fueron avisados dos agentes de la Policía Local que patrullaban por la zona, quienes, tras fracturar el cristal de la puerta de entrada, accedieron a la trastienda, donde el acusado seguía golpeando a su esposa en la cabeza con un trozo de mármol, y lo inmovilizaron. Los policías dieron inmediatamente aviso a los servicios médicos de emergencia, si bien éstos nada pudieron hacer por la víctima, ya fallecida cuando acudieron.

A consecuencia de la "brutal agresión", Weilu W. sufrió hematomas en piernas, múltiples heridas incisas e inciso-contusas y equimosis en ambas manos, cara y cuero cabelludo, además de fractura abierta de cráneo, pérdida de sustancia ósea y salida de masa encefálica. La causa inmediata de la muerte fue la destrucción de centros vitales nerviosos.

La Fiscalía considera que por lo prolongado de su agresión y medios empleados, el hombre "pretendió aumentar deliberada e inhumanamente el dolor y sufrimiento de la víctima antes de su fallecimiento", sin que se haya constatado que sufriera ninguna alteración de sus capacidades intelectivas y volitivas.

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