Empresarios del vino y Apag Extremadura Asaja han reiterado su oposición al proyecto de Refinería Balboa por los perjuicios al sector agrícola y vinícola de la zona que, según sus estimaciones, se derivarían en una importante pérdida de empleo.

Francisco Amaya, directivo de Apag Extremadura Asaja, ha señalado que las "pérdidas" debidas a la "contaminación" que, sostiene, causa una instalación como la refinería podrían afectar a más de 20.000 familias "amparadas por las viñas" y repercutir negativamente en los "más de 1,5 millones de jornales anuales".

Amaya se ha referido a las refinerías como "las industrias más contaminantes del mundo" al tiempo que ha asegurado que el proyecto que se está "vendiendo" en la región como "casi ecológico", en realidad "no existe" como tal.

Un sector competitivo

"No se está teniendo en cuenta el esfuerzo de un sector que ha hecho tanto" por llegar a ser "competitivo dentro del mundo del vino", ha afirmado Amaya a la vez que ha recordado que las inversiones económicas y tecnológicas en el campo por parte de la administración "no se pueden tirar".

Además ha recalcado que Extremadura "se vende" como una región "aún limpia" y "ecológica", y en el caso de una resolución positiva de la DIA, la "imagen" de la autonomía en el resto de España se vería también perjudicada. "Nadie tiene autoridad para imponer el aire que tenemos que respirar los extremeños", ha subrayado.

Por su parte, Francisco José García, representante de la cooperativa 'San Isidro' de Villafranca de los Barros, ha aclarado que en el caso de que la DIA permita la instalación, tanto asociaciones como cooperativas tomarán las "medidas necesarias siempre dentro de la legalidad".