Los sindicatos UGT y CC.OO. han afirmado que todos los recortes anunciados este jueves por el Gobierno regional inciden en una única dirección, los trabajadores de clase media, en el ánimo de "empobrecer a la sociedad cántabra". Una sociedad que esperan se "vaya despertando" tras 20 años de desmovilización y salga a la calle este domingo para mostrar su descontento y así los políticos "reaccionen, sientan en la oreja el aliento de los ciudadanos" y representen "a quien deben representar en lugar de plegarse a quienes nos han metido en esta situación".

"Que nos digan hasta dónde están dispuestos a llegar porque nosotros les diremos hasta dónde estamos dispuestos a aguantar", han subrayado, asegurando que los recortes sí afectarán a la calidad de los servicios, al contrario de lo que postula el presidente cántabro, Ignacio Diego. En este sentido, han estimado que el aumento de la jornada laboral de profesores y médicos supondrá 600 puestos de trabajo en el caso de la sanidad y el despido de más de 150 interinos en educación.

Al respecto, CC.OO. se ha remitido a la afirmación de Diego de que son medidas "provisionales" y por eso ha confiado en que, cuando se negocien, quede "plasmado" en el acuerdo que los trabajadores vuelvan a recuperar su situación "de mejora" y salarial cuando "la situación cambie".

Así se han pronunciado este viernes en una rueda de prensa conjunta los secretarios generales de UGT, María Jesús Cedrún, y CC.OO., Vicente Arce, para valorar el plan de ajuste que, en su opinión, incluye "recortes democráticos" como son la suspensión del Consejo Económico y Social y de los consejos de la Juventud y de la Mujer, que son "instrumentos de democracia" que habían sufrido un recorte "brutal" del 60% en el presupuesto de 2012 y que ahora se eliminan, algo que "no es aceptable" porque "reduce el nivel de democracia de la comunidad".

En este sentido, Arce ha criticado que el Gobierno cántabro "sorprendió" cuando presentó el presupuesto de 2012 porque "todos coincidíamos en una caída de entre el 15 y el 20%" pero las cuentas estaban "casi equilibradas", con una rebaja "mínima" con respecto al de 2011. Aunque Diego advirtió que se revisaría cada tres meses, en este caso, según el líder de CC.OO., no ha sido una revisión sino que el Gobierno ha presentado "otro presupuesto distinto" más que un plan de ajuste, y eso que cuando dio a conocer los PGC de 2012 "conocía" la deuda farmacéutica, la devolución de los 400 millones al Estado y la situación de las empresas públicas.

"Llevan ocho meses y medio gobernando y no nos pueden decir constantemente que están descubriendo facturas en un cajón. El presupuesto tiene que ser el presupuesto final de 2012", ha subrayado.

Además, Arce ha defendido que la austeridad en el gasto público "tiene un límite" y es cuando afecta a los derechos y servicios ciudadanos, como la sanidad y la educación. Y ha enmarcado los "despidos" en las empresas públicas en la reforma laboral, si bien ha confiado en "llegar a acuerdos" con el Gobierno regional

Respecto al plan de ajuste, no acepta que se implante el 'céntimo sanitario', un impuesto "disfrazado" —porque se puede llevar a cualquier gasto— y "de lo más injusto" que pagan igual "milmillonarios que pobres de solemnidad", mientras que se ha eliminado el Impuesto de Sucesiones, "progresivo, justo y equitativo". Y ha recordado que con el primero se espera recaudar 20-25 millones y con el segundo se ingresaban 45 millones por lo que el cambio "no tiene sentido".

Finalmente, ha asegurado que, en respuesta al "reto" de Diego, CC.OO. presentará la próxima semana una serie de propuestas correspondientes a 157 millones con medidas "totalmente distintas" a las del presidente y que "aceptarían mejor los trabajadores".

Por su parte, Cedrún ha coincidido en criticar la subida de los combustibles en una comunidad en la que "para trasladarte a trabajar a cinco kilómetros es imposible coger el transporte público". En su opinión, es una forma "fácil y rápida" de recaudación "sin darse cuenta de a quién va dirigida", a los trabajadores, que en febrero ven bajar su salario por la subida del IRPF y la negociación colectiva y están amenazados por los despidos con la reforma laboral.

Cedrún ha denunciado cuando se pregunta por las medidas para reactivar la economía y generar riqueza se encuentra "un folio en blanco" porque en lugar de plantarse alternativas los políticos "nos llevan cada vez más abajo".

En su opinión, la situación de los trabajadores es consecuencia de la "incompetencia de la clase política, que no ha sabido defender los intereses de los ciudadanos". Al respecto, se ha remitido el chiste que circula en Internet de que "si en los tres próximos trimestres Rajoy ni Diego consiguen aumentar los ingresos del Estado y la comunidad, deberían bajarse el salario y si no aceptan, ser despedidos".

Y en cuanto a la valoración positiva del plan de ajuste por parte de la presidenta de CEOE, Gema Díaz, Cedrún se ha preguntado si ésta representa a los autónomos y comerciantes que dependen del consumo de los trabajadores.

Manifestación y liberados

Para la líder de UGT, los ciudadanos están "en estado de shock" por miedo a perder su trabajo o el estado de bienestar, lo que el Gobierno aprovecha para anunciar "cada vez más medidas, y no han acabado", ha advertido.

Al hilo, ha confiado en que, de cara la manifestación del próximo domingo contra la reforma laboral, la ciudadanía "vaya despertando" y salga a la calle porque "también queremos que la clase política reivindique nuestra supervivencia como país". "Si no es por las buenas, será por la presión; que se aplique el chiste de Internet", ha subrayado.

Tanto Cedrún como Arce están convencidos de que las medidas del Gobierno regional movilizarán a más cántabros. "Cuando la gente tiene miedo a perder lo que tiene está conservadora, pero cuando no tiene nada que perder ya no mira las consecuencias, y cada vez hay más gente así y yo creo que esto no ha hecho más que empezar", ha dicho la responsable de UGT, que ha pedido a los ciudadanos que salgan a la calle el día 19 porque "cuanto primero vean el descontento, primero reaccionarán" los políticos.

Mientras, Arce, que considera el plan de ajuste "un incentivo" para acudir a la manifestación contra una reforma laboral "injusta", ha recordado que ahora se está abordando concertación regional en Cantabria, y ha opinado que el plan de empleo "no es la solución para el empleo en Cantabria" sino una reactivación de la economía "para la que ahora no hay luz a corto plazo". Por eso ha considerado que hay "tiempo suficiente" para movilizarse contra la reforma laboral y las medidas del Gobierno regional.

Por otra parte, ambos han asegurado que no les supone "ningún problema" que se reduzca el número de liberados sindicales, en una cuantía que desconocen pero que será al mínimo legal. En su opinión, se trata de una medida "populista", que se lleva "macerando" hace más de dos años. "Si el problema de este país y esta región son los liberados y las subvenciones a los sindicatos, que lo cierren ya", han dicho.